Veo las siluetas de mis amigos acercándose. Sigo aturdida por todo esto y la… ¿Visión?, que de por sí no logro entender, y los ojos rojos de Alessander… Esos ojos que recuerdo haber visto rojos antes, pero ¿cuándo fue? —Aquí estaban —exhala Sara con una sonrisa radiante—. Te estuve buscando amiga, en un momento te perdí de vista y me preocupé. —Te dije que los vi salir —rueda los ojos Andrew. —Me sentí algo mal y Alessander me hizo compañía —excuso forzando una sonrisa. —Ven —se acerca Sara con su mano extendida para que la tome—, vamos que quiero hablar contigo. —Baja de las nubes, solecito —se burla el pelirrojo. —No fastidies, déjame ser feliz —le saca la lengua y me guía adentro jalando mi mano. Pasamos entre medio de unos grupos hasta dar con el baño, que por suerte está vacío.