Me encuentro en mi cama, escucho como Kaia y Merth discuten sin cesar en la sala principal. Aún no puedo creer que yo tenga el corazón de Kaia, nunca lo noté, jamás sentí nada diferente en mí.
¿Por qué darme algo tan importante? Simple, creyó que moriría y quería que su hogar estuviera a salvo de todos los que querían echarle mano, pero se equivocó de persona. Yo no puedo hacerme cargo de ese Santuario, ni siquiera puedo controlar mi propia vida, ¡En qué estaba pensando! ¡Dios!
Suspiro resignada, debe haber alguna forma de devolverle su corazón, además si él pudiera recuperarlo de seguro todos sus sentimientos y emociones regresarían con él. Es lo que más quiero, no sólo por mí sino por él, por sus amigos, por su hermano.
La puerta de mi habitación se abre con violencia, Kaia entra ráp
