1- Comienzo de todo
El pitido molesto del despertador, me enfada termino lanzándolo, rompiéndolo contra la pared.
Estiro cada extremidad de mi cuerpo, para recobrar unos buenos movimientos, con la mirada puesta en el techo donde esta la foto de Sebastián yatra, ha sido mi Crush desde siempre, es que lo amo es tan lindo, su sonrisa, su voz, sus canciones, todo de él es perfecto.
con la imagen de mi amor platónico me voy a dar un rico baño a relajarme y así empezar con toda la actitud.
Me visto con un vestido azul cielo unas zapatillas, mi melena color miel la dejo suelta, un poco de color en el rostro.
Un día como hoy no tengo nada que hacer, asi que me la paso en casa, bajo a la primer planta de la mansión, voy en busca de mi desayuno, al verme Rita se apresura a servir rápido, "Odio la lentitud"
Aquí todos lo saben, por eso al verme se mueven rápido, no me gusta enojarme porque al hacerlo soy terrible.
—¿Se le ofrece algo mas señorita Megan?
–Pregunta Rita la encargada de la casa
—Mi padre donde está
—Salió muy temprano, dijo que vendría para la comida
—Entiendo, puedes retirarte ¡Ah otra cosa Rita, dale de comer a Max, saldré a pasearlo un rato –Max es mi amigo fiel, mi perro, un Pastor Alemán, me lo regalaron hace dos años exactamente para mi cumpleaños numero 16, según mi padre tenia que agarrar responsabilidades y que mejor forma de convertirme en madre que de un canino.
Termino de comer mi desayuno, paso a lavarme los dientes y voy por Max que ya se encuentra en el jardín.
Al verme corre a mi encuentro, se lanza sobre mí, alcanzando mi cara, sosteniéndose en dos patas
—¿cómo está mi bebe? ¿cómo está esa cosita preciosa? ¿Quién te quiere? Eres un amor,.¿Quieres pasear? Sí verdad vamos a dar una vuelta por el parque; Eso sí te portas bien, bueno pueda que te deje hacer una que otra travesurita –Coloco la correa para poder controlarlo, aunque no es suficiente, por que cuando él quiere hacer travesuras siempre termino dejándolo, soy muy débil ante esos ojitos, mi padre dice que tengo que tener mas fuerza de voluntad, solo que no la tengo.
Salimos de la mansión, mientras caminamos directo al parque, Luis viene detrás, es de las cosas que me molesta, no poder salir sola, sin tener que llevar guardaespaldas a todas partes
Compro una nieve y me relajo sentada en una banca debajo de un gran árbol, le lanzo la pelota favorita a Max y él muy entendible me la trae.
Disfruto de la compañía canina de mi perro él es el que siempre está conmigo y me acompaña en todo momento. Le tengo un gran amor por el hecho de que no tengo un hermano, siempre he estado sola, me hubiera encantado tener a alguien, que compartiera conmigo momentos bonitos pero no no, no fue así, y ahora vivo sola en una mansión con un padre, que solo llega a cenar en ocasiones y me trae un regalo para mi cumpleaños nada más.
Muchas personas llegan a este parque, se siente tan familiar, se ven madres detrás de unos pequeños, los cuidan cuando corren, otros padres cuidandolos en los resbaladeros, todo muy bonito, no tengo recuerdos de momentos compartidos así con mi madre y mi padre.
No me puedo poner melancólica ya tengo 18 años, ya no soy esa niña que sufría porque nadie la pelaba, ahora estoy grande tengo amigos, tengo todo lo que el dinero puede comprar.
—¿De quién es este perro salvaje? pregunta un sujeto al que Max tiene acorralado contra un árbol, mis sentidos reaccionan y corro a dónde se encuentra él
—¡Quítenme esta bestia de encima! –Grita
—más bestia tú –Respondo muy enojada, como se atreve a insultar a mi perro esta barbi; porque eso es parece una fresita, mira que tenerle miedo a un ser tan lindo como Max
—Vente hermoso, no se te vaya a pegar los gérmenes de ese sujeto – Agarro de la correa a Max y lo acaricio
—Encima de que casi me muerde, ahora resulta que tu eres la ofendida –Comenta el sujeto, levanto la vista y lo observo al sujeto ojos cafés cabello castaño, tez blanca, alto y flaco.
—No lo haría, mi perro es delicado en el tipo de carne que consume
—Me estas diciendo que soy poca cosa para ese pulgoso
—Lo que se ve no se juzga –Hago un gesto desagradable viéndolo de pies a cabeza, giro mis talones y me quito de la presencia de él.
—¡Bien dice que todo se parece a su dueño!
—Pobre de tu mascota –Respondo muy tajante, haciéndolo enfurecer
De ser un día tranquilo y hermoso, vino ese idiota y lo arruinó, solo espero no volver a cruzarmelo nunca mas en mi vida.
Paso a darle comida a Max, luego subo a mi habitación a darme un baño.
Es momento de hacer las tareas pendientes de la uni, debo enfocarme en tener una buenas calificaciones, a iniciado mi primer trimestre y no puedo fallar.
Al ser la única hija de mi padre, tengo que cumplir con ciertas responsabilidades y una de ellas es seguir haciendome cargo de las cadenas de hoteles y restaurantes, de la que los Black somos dueños.
Las horas pasan y ya no he salido de mi habitación, los sentimientos de soledad siempre me los he guardado para mí misma y prefiero estar aquí, quedar lástima a las personas que me ven sola, tener que fingir una sonrisa de felicidad, cuando no soy feliz, porque Bien dicen que la jaula aunque sea de oro no deja de ser prisión.
llaman a la puerta se trata de Rita que informa que mi padre me espera para cenar no es muy común que venga a cenar siempre cena con sus Socios con sus amigos y deja como última opción a su hija no tenía ganas de cenar pero es de aprovechar que al menos mi padre esté en casa.
me pongo zapatos y bajo hasta el comedor, ya se encuentra mi padre a la cabeza de la enorme mesa, que es como para 20 personas y solo somos dos, muchas veces he querido cambiarlo para que fuera algo más pequeño, algo más familiar y no semejante mesa que jamás la llenaremos, porque yo no tengo novio, mi padre está solo, yo no tendré hijos, mi padre ya no tendrán hijos entonces nunca llenaremos.
—Hola papá –Lo saludo y luego paso a mi lugar de siempre
—Hola hija, ¿Que tal tu día?
—Igual que siempre y el tuyo
—Con mucho trabajo, pero quise escaparme para que cenaramos juntos –Presiento que no es por gusto que haya hecho tal cosa, si bien siempre soy su ultima opción, amo a mi padre, pero eso no quita que siga siendo un adicto al trabajo y se le olvide que yo estoy en casa sola.
—¿Como vas en la universidad? –Pregunta
—Bien, pronto seré tu sucesora –Hablo sarcástica
—Sabes que todo lo mio será tuyo y claro que serás quien lleve a cargo todo el negocio familiar –No es algo que me emocione, pero si lo haré y para eso me esfuerzo en ser la mejor.
Disfrutamos la cena en un total silencio, luego pasamos al postre.
Terminamos y es momento de ir a mi habitación, lista para hacerlo, pero soy detenida por mi padre
—Megan podemos hablar –Asiento y lo acompaño a la sala
—¿De que quieres que hablemos papá? –Porque debe ser importante, lo conozco suficiente y se que si no fuera importante, no hubiera asistido a cenar y luego tomarse el tiempo para conversar, si en las ocasiones que cenamos juntos, termina rápido y se va a su despacho a trabajar.
—Megan, me disculpo por ser un padre ausente, me he enfocado por solo trabajar y me he alejado bastante de ti, se que no es escusa, pero me ha hecho mucha falta tu madre y de alguna forma me refugio en el trabajo para no pensar –Y mi dolor en donde lo oculto, en eso si no ha pensado, para los adultos es mas fácil todo, pero nadie sabe lo difícil que es para una niña crecer sola, ser huérfana de padre y madre
—Ve al grano papá –No me gusta tanto rodeo
—Por estar metido en el trabajo, también me he olvidado de mi mismo, pero he decidido cambiar eso –Presiento que no me va gustar lo que esta por decir
—Me voy a casar –Lo sabía, es que tanta Perfección no podía ser envano.
—¡Felicidades papá! –Es lo único que me sale decirle en este momento.