Con mi corazon latiendo de forma frenetica, me paro en el centro de la tarima, el presentador esta a mi lado, las luces me enfocan, pero a pesar de eso puedo ver a varios grupos de hombres sentados en distintas mesas.
Todos ellos estan observandome.
Despues de llegar, el presentador empieza a presentarme, dice mi edad, peso, altura y otros datos con respecto a mi.
—¿Puedes dar una vuelta querida? Necesitas ver todo— me dice el presentador, mientras me mira fijamente.
Al oir las palabras del presentador, me quedo aturdido, pero solo por un instante, y tras una breve vacilacion empiezo darme la vuelta lentamente, mientras siento como los hombres observan cada parte de mi cuerpo.
No se por que, pero siento que observan en especial mi culo, es la primera vez que siento como los hombres me miran tan abiertamente.
Cuando termino de dar un par de vueltas, el presentador dice unas palabras, antes de finalmente iniciar la subasta.
Despues de que el presentador inicia la subasta, los hombres se quedan en silencio por un segundo, y eso me pone nerviosa.
Todas las anteriores chicas habian recibido pujas desde un principio, pero solo con ella los hombres se quedaron en silencio, no sabia por que, pero eso estaba dañando seriamente mi autoestima.
—¿Habra algo malo? ¿Sera que no les gusto? ¿No les parezco atractiva? —pienso, mientras espero con el corazon en un puño a ver que hacen los hombres que estan sentados observandome.
Despues de un par de segundos en silencio, un hombre finalmente hace una puja, y un instante despues otro lo hace, y asi sucesivamente.
Cuando por fin escucho a los hombres hacer pujas por mi, empiezo a relajarme, la espera solo habia durado unos pocos segundos, pero se sintieron como una eternidad.
Habia sido feo tener que vender su virginidad a hombres desconocidos… pero habria sido mucho peor que ninguno de esos hombres desconocidos te qusiera, sin mencionar la humillacion y el golpe a su autoestima.
Los hombres que estaban sentados en las mesas seguian la ofertando, y yo me sorprendo mucho al escuchar como la cifra aumenta hasta los 100.000 dolares.
—100.000 dolares… ni siquiera trabajando durante 3 o 5 años podria ganar esa cantidad con el trabajo de camarera que tengo —pienso, mientras sigo escuchando como la cifra aumenta.
—150.000 dolares ¿Quién da mas? —pregunto el presenta el presentador, mientras mira al publico.
—160.000 —dijo un hombre que se veia joven, estaba sentado en una mesa junto con otro hombre que parecia algo aburrido de lo que estaba pasando, de hecho, hasta tenia los ojos cerrados.
No puedo evitar enojarme con él, estoy aquí parada toda nerviosa mientras hombres siguen ofertando por mi, y él ni siquiera me da un vistazo, por lo visto no le intereso ni un poco, y eso me enoja, aunque rapidamente trato de pensar en otras cosas.
La oferta por mi sigue subiendo, cuando el monto llega a los 190.000 dolares, el numero de ofertas empieza a bajar y a ralentizarse drasticamente, sobre todo en comparacion con el inicio.
—220.000 dolares ¿Quién da mas? —pregunta el presentador.
—230.000 —dice el hombre que anteriormente habia ofertado 160.000 por mi.
—240.000 — dice un hombre mayor que estaba sentado con un grupo de 6.
Ese hombre no era muy bien parecido, y dentro de mi, no queria que él ganara, preferia mil veces al hombre que era mas joven, él era bien parecido y con buen fisico hasta donde podia ver, y preferia estar con él esta noche que con un hombre mayor.
Ella estaba vendiendo su primera vez al mejor postor, pero preferia que fuera con alguien cuya edad se aproximara mas a la suya y no un hombre de mas de 50 años.
—245.000 —dijo el hombre joven.
—250.000 —dijo el hombre mayor.
—250.000 ¿Alguien da mas? —pregunta el presentador, mientras gira su mirada al hombre joven que anteriormente habia ofertado 245.000 por mi.
El hombre joven y el hombre mayor eran los unicos que seguian compitiendo en la subasta, todos los demas ya se habian retirado.
—Vamos, vamos, por favor —pienso, mientras, miro con ojos algo suplicantes al hombre de apariecia joven.
Él era el unico que seguia compitiendo en la oferta, y si alguien podia salvarme de perder mi virginidad con un hombre de mas cuya edad debia estar entre los 50 o 60 años, era él.
Siennapreferia mil veces perder la virginidad con ese hombre joven, que con el hombre mayor, era bien parecido su edad no debia estar tan lejos de la suya, por lo que era una buena opcion.
Si fuera en otra situacion en la cual estuvieran en un bar y él se le acercara para tratar de seducirla y llevarla a la cama, quizas lo haria, y eso seria gratis, por no hablar de que en esta situacion ese hombre guapo estaria pagando para estar con ella.
—260.000 —dijo el hombre joven.
—Gracias a Dios —suspiro en mi mente, mientras rezo que el hombre mayor no oferte mas.
—280.000 —dijo el hombre mayor.
—¡Carajo! —maldije en mi mente.
Sin mas opciones, giro mi mirada para ver la mesa de donde esta sentado el hombre joven y su amigo, rezo en mi mente para que haga otra oferta.
El hombre joven se queda en silencio mientras le echa una mirada a su amigo, el cual sigue con los ojos cerrados sin mostrar algun interes en lo que esta sucediendo.
—280.000 ¿Alguien quiere ofrecer mas? —pregunta el presentador.
—Por favor, por favor —pienso, mientras miro con suplica la mesa donde el hombre joven y su amigo estan sentados.
—Pues bien, si nadie ofrece mas, entonces la virginidad de esta chica sera para nuestro distingido cliente por el precio de 280.000 dolares, a la una, a las dos…
—300.000 —dice el hombre joven.
Cuando escucho esto ultimo, siento que me voy a desmayar del alivio, pero en un instante recuerdo que el hombre mayor podria decidir por ofertar mas.
—No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas —rezo en mi mente, mientras espero.
El hombre mayor parecepensativo, pero despues de una breve espera, no parece mostrar alguna intencion de seguir ofertando.
—Si nadie quiere ofertar mas, entonces el precio sera de 300.000 dolares, a la una, a las dos, y a las tres, ¡Vendido al señor Linderton! —dice el presentador, mientras señala a la mesa donde se encuentran sentados el hombre joven y su amigo.
—¿Linderton? —pienso en mi interior, tratando de adivinar si ese sera el apellido de ese hombre joven o su nombre.
De todas formas, me siento agradecida con ese hombre Linderton, me acaba de salvar de tener mi primera vez con un viejo verde.
Despue de que la subasta por mi termina, me voy de la tarima, mientras recuerdo que la razon por la cual vine aquí era para obtener la mayor cantidad de dinero para el tratamiento de mi madre, si el hombre mayor hubiera ofertado mas hubiera sido bueno para mi.
—Es suficiente, 300.000 dolares, con eso es suficiente —pienso, mientras pienso si de verdad hubiera aceptado tener mi primera vez con ese viejo verde.
Según las reglas del club, yo obtendria el 70% del dinero ofrecido por mi, mientras que el 30% seria para el club, el monto ofrecido por mi seria de 300.000 dolares, por lo que al repartir porcentajes, yo obtendria unos 210.000 dolares.
Esa cantidad de dinero… Siennano podri obtenerla ni aunque trabajara como camarera durante 8 o 9 años, pero ahora la obtendria una sola hora de su tiempo esta noche.