Mientras dormías

PRÓLOGO

Mientras Dormías es una novela exclusiva en la plataforma Dreame y Sueñovela.

Escrita por Andrea Paz PS y registrada en SafeCreative bajo el código: 2106248178476. 

Se prohíbe cualquier copia parcial o total de la obra, ya que estará infringiendo los derechos de autor.

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—¡Resiste papito! —exclamo desesperada, mientras veo a papá convulsionar sin saber qué hacer. Tomo una pinza de ropa y la meto dentro de su boca, ya que se puede morder la lengua. Sostengo su cabeza mientras todo su cuerpo sufre de fuertes espasmos, y estoy tan asustada que no sé qué más hacer, por lo que las lágrimas salen sin permiso de mis ojos.

Siento un sonido en la puerta y grito

—¡Mamá! —exclamo, por lo que ella llega corriendo hacia el lugar donde nos encontramos. Alarmada, sujeta el resto del cuerpo de papá mojando sus manos con algo de alcohol, para ver si se recompone.

Los espasmos comienzan a bajar su intensidad.

—¿Qué fue lo que pasó hija? —pregunta entre sollozos mamá. 

—Papá estaba tratando de mover la antena, para poder ver la televisión, pero la escala cedió y cayó. Sólo escuché el golpe y corrí a verlo. —espeto aún nerviosa por lo acontecido. 

Mamá vuelve a untar alcohol en las manos de papá y este comienza a volver en sí.

—John… ¿cómo te sientes? —pregunta mamá, afectada por ver a mi padre convulsionar de esa manera.

—¿Q-qué p-paso? —pregunta nervioso.

—Papi, te caíste de la escalera y comenzaste a convulsionar. —contesto aún nerviosa.

 —Gracias a Dios lo escuchaste hijita, ¿Qué hubiese pasado si no? —rebate mamá, tomándome una mano.

—Mamá, debemos llevarlo al médico, no es normal lo que sucedió. —espeto y mamá niega.

—No tenemos dinero hija. —dice apenada.

—Vamos a un hospital, yo lo acompaño, no importa lo que debamos esperar. —rebato segura.

—No se p-preocupen, ya estoy bien. —dice papá y veo que sus ojos están un tanto desorbitados. 

—No papá, sé que no estás bien. Iremos al hospital, lo quieras o no. —digo poniéndome de pie, para ir a buscar mis ahorros de toda la vida. Rompo la alcancía, pongo todo lo que tengo en uno de mis bolsillos, tomo una chaqueta de mi padre y salgo al patio a toda velocidad.

Mamá me ayuda a ponerlo de pie. Lo rodeo como puedo y lo tomo de un brazo. Caminamos lentamente hasta llegar a la parada de autobús. 

—¿Cómo sigues papá? —pregunto preocupada, ya que lo noto muy pálido.

—Tengo un poco de frío. —dice y no doy más de los nervios, por lo que bufo. Si tuviéramos una mejor condición económica, ya estarían atendiendo a papá. Incluso, nada de esto hubiese sucedido, ya que no se hubiera tenido que subir a una peligrosa escalera para arreglar la señal.

Veo que se acerca el autobús, por lo que ayudo nuevamente a papá a ponerse de pie para abordar. 

Una vez llegamos al hospital, nos hacen pasar a una sala de espera, donde llevamos más de 3 horas sin ser llamados. Veo cada vez peor a papá, por lo que gruesas lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas. 

“John Miller” escucho que lo llaman.

—Aquí. —digo mientras ayudo a ponerse de pie a papá, pero está tan débil que no puede por lo que trastabillo con él a cuestas y uno de los guardias se acerca a mí para ayudarme y llevarlo a la consulta.

Una vez dentro, llega el doctor. 

—Buenas noches, ¿Qué es lo que los trae aquí? —consulta el doctor y papá intenta responder, pero sólo sale un balbuceo incomprensible. 

Miro al doctor espantada, y le explico como sucedieron los acontecimientos, lo que hice para que no se mordiera la lengua mientras convulsionaba y los minutos aproximados en que estuvo así.

—¿Cómo supiste lo que debías hacer con tu padre? ¿Qué te hizo pensar que a pesar de que tu papá decía sentirse mejor, insististe igual en traerlo? —inquiere el doctor.

—Lo leí en unos libros, en la escuela. —contesto segura y éste asiente con una sonrisa en el rostro.

—Eres muy inteligente… —Deja abierta la frase, por lo que extiendo mi mano para saludarle.

—Amber Miller. —digo con seguridad, por lo que me sonríe y me estrecha la mano.

—Yo soy el doctor Black. —Se presenta— Imagino que, si esperaron tanto tiempo, es por que no tienen seguro ¿verdad? —pregunta y apenados asentimos— Los ayudaré para que le hagan unos estudios, pero tengo la sospecha de que a tu padre le dio un accidente cerebrovascular, por lo que necesitamos descartar algo peor ahora mismo. —asiento realmente agradecida.

Salgo de mi estado de ensoñación y vuelvo a poner atención en la clase.

“¿Alguien me podría decir a qué corresponderían los síntomas antes descritos?” escucho a lo lejos al profesor y alzo la mano.

—¿Señorita Miller? —inquiere.

—Podría ser un accidente cerebrovascular o un traumatismo encefalocraneano. —contesto con seguridad, recordando lo acontecido con papá años atrás. Mis compañeros me miran con asombro y el profesor emboza una media sonrisa.

—Correcto señorita. —rebate y sigue explicando la materia.

Si no hubiese sido por el doctor Black, mi papá ya no hubiese estado con nosotros, y yo, quizás cual hubiese sido mi destino, pero el haberlo conocido, y el libro que me regalo el día que le dieron el alta a mi padre, hicieron que sintiera el amor y la pasión por mi profesión, y ese día, decidí que sería la mejor en lo que amo.

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¡Hola mis bellas!

Les presento a mi nuevo bebé, con el que estoy muy emocionada y entusiasmada.

Espero les guste tanto o más que No eres tú ¡Soy yo! ó Mi Opuesto Complementario Y si aún no las has leído, te invito para que les des un ❤ y las agregues a tu colección.

Esta historia es 100% romance, así que las dejo invitadísimas a que se pongan cómodas y comiencen esta nueva aventura conmigo.

Denle todo su amor capítulo a capítulo, ya que estaré ahí, contestando todo lo que me quieran decir.

No olviden que me pueden encontrar en sss: Andreapps.paz e IG: @Andreapps_paz

También encontrarán en Spotify un Playlist con las canciones que me inspiraron para escribir y algunas que aparecerán dentro de la historia, lo buscan con el nombre de "Mientras dormías"

¡Las quiero mucho!

Andrea Paz.