No regresó al edificio. En su lugar, se quedó deambulando por las calles sin rumbo fijo dejando que sus pies lo guiaran por el camino que les pareciera más conveniente. No puede hacer el trabajo eficazmente si insisten en ponerme tales grilletes, pensó. He estado Entrenado para Explorar, tengo el instinto para ello. ¿Por qué no me dejan hacer mi trabajo de la manera que considero mejor?
Su mirada se topó con algo. Eran tres círculos concéntricos, el símbolo del Consejero. Se quedó observándolos durante un instante ignorando la idea que le había mantenido ocupada la mente hasta entonces. Cruzó la calle y entró en una pequeña tienda.
Los Zarticku no tienen nada que se le pueda llamar religión. Su cultura les ha llegado desde un nivel de rebaño muy primitivo hasta uno científicamente sofist
