Capítulo 8 La alarma sonó durante diez minutos, estaba acostada boca abajo en la cama sin ganas de levantarme para apagar el fastidioso ruido, solo había colocado una almohada sobre mi cabeza para apaciguar el ruido de la alarma, mi pereza era mucho más grande por lo que solo opte por la opción de la almohada y no la de buscar mi teléfono donde quisiera que estuviera. Anoche habíamos ido a una disco para celebrar el éxito que había tenido la primera reunión de fans y firma de autógrafos, pero antes de eso tuve que hacer el comunicado para la prensa Española, me dolía con el alma discriminar a mi país pero prefería quedar como la personas más mala del planeta a quedar expuesta en los medios españoles. Me quejé al escuchar toques en la puerta. — Eso era lo único que me faltaba — bufé y m