Eran las cinco de la mañana cuando Ivy se despertó. Hoy es su primer día de trabajo, después de mirarse en el espejo durante unos quince minutos. Ivy bajó.
Cuando estaba a punto de poner el pie en el último escalón de la escalera, de repente escuchó un chirrido de coche. Frunció el ceño y caminó hacia la puerta principal. Frunció el ceño cuando vio a Windy salir de su coche.
Ivy cruzó los brazos frente a su pecho.
—¿Qué...
—¡Chica! ¡Los internautas están haciendo un festín de nuevo en Internet. Arruinándote! —Windy afirmó acercándose a ella.
—¿Arruinándome? ¿Por qué dices eso? : preguntó ella.
Windy rodó los ojos, haciendo que Ivy sonriera con sarcasmo.
Windy desbloqueó su teléfono y lo tocó varias veces para mostrar el video de Ivy. Se acercó a ella y tocó el botón de reproduc
