El Remordimiento del Multimillonario

Hizo lo correcto

WYATT

Furiosamente, arrastré al doctor que estaba atendiendo afuera de la habitación, mi rostro sombrío y mi furia reprimida en mis profundos ojos.

—¡Heridas en las piernas inferiores, lo sabíamos, solo es un rasguño! —exclamé.

—¿Es necesario hacer transfusión de sangre a este nivel también? ¿Es eso de lo que es capaz su hospital?

La ira llenó todo mi sistema mientras lanzaba esas palabras.

Después de pensar en lo frágil que Ivy lucía cada vez que donaba sangre, siempre estando allí cuando Alice estaba teniendo una transfusión de sangre, sentí una profunda sensación de vergüenza y extrañeza en mi corazón.

Al ver mi enfado, el doctor parecía temblar en su esencia y no se atrevió a cubrir nada.

—S-Señor Reed, son órdenes de la señorita Pérez y nuestro hospital no tiene nada que ver. La señorita Pérez también afirmó que usted lo había consentido, y ya que siempre está presente cuando ella lo ordena, no tenemos más opción que cumplir.

¿Alice? ¿Por qué necesita hacerlo?

Y lo que Ivy demandó nuestro divorcio fue solo por esa foto, que Ivy pensó que Alice le había enviado.

Siendo honesto acerca de mis sentimientos por mi esposa, sentí que vivir así y mantener mi lealtad hacia ella no era difícil y ya estaba listo para seguir de esa forma hasta el resto de mi vida.

Si Ivy piensa que tengo algo con Alice, debería decírmelo y estoy dispuesto a alejarme de Alice. Después de todo, no tengo una aventura con nadie. Estaba dispuesto a aclararlo.

—Puedes irte —le dije al doctor, que ya temblaba de miedo.

Me masajeé las sienes e intenté llamar a Ivy. Sin embargo, su teléfono no tenía señal. Parece que lo apagó. Desesperado por ver a mi esposa, intenté hackear el sistema de seguridad del hospital para echar un vistazo a sus cámaras de vigilancia. Y lo logré.

Fruncí el ceño mientras miraba la pantalla de mi teléfono. Estoy seguro de que hace apenas diez minutos Ivy se fue.

¿Por qué las imágenes son todas blancas, como si alguien hubiera pirateado y borrado la escena hace diez minutos?

Mis cejas se fruncieron y mis labios delgados se apretaron en una línea recta, sentí una emoción inconcebible en mi pecho, y mis profundos ojos grises eran como las profundidades del océano; eran incomprensibles.

Ya estamos divorciados, ¿a dónde tendrá que ir?

Locamente, llamé al jefe de mis guardaespaldas y el hombre se apresuró hacia mí.

—No he podido localizar a mi esposa, y el sistema de monitoreo fue pirateado sorprendentemente hace diez minutos.

El sentimiento irritado que persistió después de que Ivy se fue se amplificó y mi corazón se sentía inquieto.

 ¡Maldición!

—Búscala y avísame tan pronto la encuentres —dije antes de colgar el teléfono y comenzar a dirigirme hacia la salida del hospital.

No quiero afirmar que Alice fue la razón de la decisión repentina de Ivy, pero no importa cuánto quiera ignorarlo, siempre se destaca en mi mente.

IVY

Estaba mirando el lujoso estilo italiano del interior de mi habitación, los familiares muebles de lujo de edición limitada y la amplia gama de productos de alta gama. Tan pronto como vi todo esto, mi preciosa habitación, que no había visto en mucho tiempo, no pude evitar llorar.

Después de todo, era mi lugar de vida personal.

—¿Por qué lloras? ¿Por el divorcio? ¿Por qué, acaso los Morgan no pueden mantenerte? —dijo una voz anciana y ronca.

Al escuchar la voz, lloré aún más fuerte mientras dirigía mi mirada hacia donde provenía.

Allí, vi acercarse a mi lado al legendario CEO de la Corporación Morgan, Leo Morgan.

—Papá —murmuré y corrí hacia mi padre, abrazándolo fuertemente mientras lloraba aún más.

Suspiró. Sabía que estaba angustiado y enojado conmigo. Desde que era niña, nunca sufrí como lo hice al lado de Wyatt Reed.

Si no fuera por mi matrimonio, él podría destruir fácilmente a los Reeds y matar a ese bastardo hace mucho tiempo.

—Ivy, hija mía —comenzó mi papá —, tres años son suficientes. Wyatt nunca se enamoró de ti. Así que es hora de que te involucres en nuestra empresa.

Acarició mi cabello amorosamente antes de soltar su abrazo.

Me sequé las lágrimas.

—No te preocupes, papá. Prometo no hacer ninguna tontería nunca más —afirmé.

La gente se rebela y huye en busca de un amor supuestamente real.

Solo por amor, lo abandoné todo, incluso mi verdadero yo y donde pertenezco originalmente. Escondí mi identidad por el amor que sentía por Wyatt.

Vi cómo papá sonreía, como si estuviera aliviado de que finalmente regresara.

—He pedido que tu hermano venga contigo para que puedas conocer a la gente de la empresa y debes elegir un buen día para revelar tu identidad —dijo.

Después de unos momentos, Windy Adams, mi mejor amiga y al mismo tiempo mi mejor enemiga, corrió hacia mi habitación, ansiosa por verme.

—¡Te he extrañado, perra!

Cuando oculté mi identidad y me casé con Wyatt Reed, Windy se opuso. Sin embargo, fue mi decisión y ella no pudo hacer nada al respecto. Cuando me casé, perdimos la comunicación. Y esta vez, vi cómo salía el anhelo que Windy esconde. Me extraña tanto que está feliz de saber que ya me divorcié de Wyatt.

Charlamos un rato hasta que ella quiso ver mi certificado de divorcio.

Le enseñé el certificado.

Me senté en la cama mientras Windy acercaba una silla a mi tocador.

—Maldito Reed. De todas formas, ¿estás segura de que no te arrepentirás de esto? —preguntó.

Sacudí la cabeza y fruncí el ceño.

—El arrepentimiento no tiene nada que ver conmigo. Él será un completo desconocido para mí —respondí.

Windy estuvo de acuerdo.

—Hiciste lo correcto. No sé la razón por la que tomaste esta decisión, pero puedo sentir que él hizo algo que te empujó a hacerlo.

No dije ni una palabra y suspiré profundamente. Luego, de repente, me di cuenta de que mis cosas todavía estaban en la casa de Wyatt.

—Mis cosas todavía están en la casa de Reed...

—Entonces vamos a buscarlas — interrumpió Windy.

Lo pensé por un momento antes de asentir.