Darío se encontraba comiendo faisán en salsa de ciruela con raíces tiernas. En ese momento llegó Stavros y se sentó a su lado. .- Un día de estos voy a estrangular a Calisto. Dijo de repente. Darío dejo de masticar y volteó a verle aún con el bocado en la boca. Stavros prosiguió. .- Estoy cien porciento seguro de que me engaña. Darío lo miró extrañado. Después de terminar de tragar le preguntó. .- ¿También se acuesta contigo? Darío comenzaba a pensar que Calisto era muy promiscuo, tanto que no le importaba si fuese hombre o mujer con quién se relacionaba sexualmente. Stavros lo miró como si éste se hubiera convertido en una especie de criatura extraña frente a el en un instante. .- ¿Con quien se acuesta Calisto?. Preguntó sorprendido. Darío comprendió que había dicho algo de má