—Contesta. ¿Quién nos quiere separar? - vuelvo a preguntar. Camino hasta quedar detrás del escritorio donde se encuentra Leandro. Veo como su manzana de adán sube y baja. Todo su cuerpo está en tención. —Yo me retiro— habla un incómodo Cipriano. Leandro asiente. Cuando la puerta es cerrada habla. —¿Quién te dio permiso para escuchar mis conversaciones Nicole? –Me riñe. Abro los ojos sorprendida. —¿Necesito permiso? - inquería incrédula. —Si Nicole, lo necesitas— masculla entre dientes— ¿Ya te encuentras de buen humor? —Siempre estoy de buen humor. Alza una ceja mientras me da su estúpida mirada de ¿enserio? —Bueno está bien— levanto las manos en forma de derrota— últimamente estoy de mal humor. Ahora respóndeme la maldita pregunta Leandro. Me cruzo de brazos molesta mientras l