capítulo 6
William
- Te perdiste lo mejor de la fiesta - la voz de Freddy sale de los altavoces de mi sav n***o, mientras conduzco al edificio de ISAP.
- Créeme mi noche fue más interesante.
- Suenas molesto. Que sucedió...¡Ya se! ... Necesitas un buen revolcón.
- Conoces a la nueva del edificio.
- Mmm - murmura con gusto - Lara.
- ¿Lara?- repito confundido
- Si hace un año que se mudo... Es una gran tía, rápida, ágil y tiene una pegada descomunal. No es normal - escucho su risa.
- Vaya. ¿que tan de cerca la has observado?
- Entrenamos casi a la misma hora... ¿Ya la conociste?-
En su tono hay cierta diversión y quisiera decirle que vive en mi piso, pero no quiero que me relacionen con ella.
- sí y tuvimos una discusión.
- vaya - se carcajea - ¿y como esta ella?
Bajo al estacionamiento de ISAP, el guardia levanta la pluma.
- ¿porque preguntas por ella de ese modo? - no puedo evitar la molestia en mi voz.
- no se fue a por ti... Es algo intensa. No se si temperamental cuando invaden su espacio personal.
- pues sí. nos pusimos algo intensos... Brian intervino.
Desconecto mi celular y lo pego a mis manos libres vía bluetooth. Freddy se carcajea.
- es una psicópata iba a matarme.
-¡joder! me hubiera gustado verlo, alguien por fin pateo tu culo.
- no le veo la gracia - subo a la recepción para tomar el ascensor de clientes.- ¿sabes donde vive?
- en tu piso - se carcajea de nuevo. Vaya mierda.
- ¿la has visto?
- no seré un genio y ya sabes, jesse me lo dijo.
- ¿quien más lo sabe?
- Kim, Nickelay, Luis y yo.
-¿Quien es Nickelay? ya estoy llegando... Te veo en tu despacho - cuelgo quitándome el bluetooth. Entro al ascensor y me recuesto contra las paredes de cristal. Algunas personas suben y se bajan en sus pisos. Hasta que Natalia entra tecleando en una Tablet. Mira a su alrededor y apunta en su pantalla.
- necesito dos cámaras en ascensor principal, frontal y trasera - al principio creo que me habla a mi. Pero me doy cuenta que no. - de acuerdo... Si, que instalen la fibra óptica yo me encargo de las cámaras y la conexión.
Mis ojos se encuentran con ella, pero no me saluda. Lleva un pantalón n***o de vestir ajustado a sus caderas, una camisa blanca de vestir y su cabello recogido en una coleta.
Su mano acaricia la caída de su cabello balanceándolo contra su espalda, el silencio se instala tanto que se escucha el ruido metálico del ascensor. De repente el ascensor pita y se detiene de una sacudida. Ella se adelanta y presiona el botón de nuestro piso. La escucho gruñir y saca su celular detrás de su espalda y me pregunto donde lo traía.
- Nick - casi le ladra al teléfono - el ascensor 3, piso 36 acaba de frenar... ¡Y qué mierdas haces! ¡Pues yo estoy en el con el idiota!
- disculpa - que hable de mi como si no estuviera presente me hace odiarla toda vía más.
- pues arréglalo - cuelga frustrada tocando el auricular escondido en su oído.
- siempre eres tan grosera.
- solo cuando estas presente por lo visto. - me contesta de malas y quiero reírme por su tono. No se que me ha hecho gracia. Y ¿Porque coño le estoy hablando? Debería odiarla... Al fin y al cabo es la... Bueno ella y mi padre... Joder... Me asqueo solo de pensarlos juntos... Tragó la bilis y aprieto los puños.
10 minutos después de un silencio sepulcral el ascensor avanza y las puertas se abren y salgo.
Natalia
E visto demasiado en mi vida para sentir curiosidad.Pero no cabía en la cabeza cómo podía aborrecerme tanto. Por un segundo creí que podríamos ser amables hasta que abrió la boca y despues chocó su hombro conmigo al salir. Bueno quizá se molesto que le llamase idiota. Pero es lo que es y si nadie nunca se lo ha dicho, conmigo se equivoca, no pienso soportar sus niñerías por ser el hijo del capitán. Me ha insultado de la peor manera. Y no perdonó fácil de hecho Dani, Nick y mi hermana saben que ese es mi problema no olvido y no perdono.
Y el me está juzgando sin conocerme. Que porque me importaba, pues porque viviría compartiendo piso con él y trabajaría para él. Alguien tendría que dar su brazo a torcer.
William
Una semana es lo que ha bastado para estar harto de Natalia. Todos hablando de ella como la buena persona que es, lo inteligente y brillante, lo hermosa que es, si esta buena. Y tendría un buen polvo, pero para mi no más verla con sus aires de grandeza. Para empezar como la idolatra mi padre, debes en cuando la rodeó por sus hombros y más cuando la mire besarle la mejilla haciéndolo reír. Y definitivamente no me gusta como se pavonea delante de todos como si fuera la señora y dueña.
Sin ir más lejos. Mientras revisaba unos balances de Luis para la próxima junta, Andrea mi secretaria ingreso con mi café del día, dándome un buen panorama de su culo redondo, no es que me la fuera a follar, tengo una política estricta de no tirarme al personal femenino, evito dramas y cambiar de empleadas. Eso no significaba que no pudiera ver, coquetear inocentemente, como ahora que Andrea balanceaba su culo mientras preparaba mi café, y se acercaba con él moviendo sus caderas.
" si cielo. Me traes ganas. Pero no se podrá" pienso con arrogancia.
- aquí tiene señor
Se inclina hacia adelante y puedo ver el canalillo de sus pechos. Sonrió satisfecho. Suspiro y tomo un sorbo de café.
- gracias Andrea es perfecto - y no me refiero al café. Porque saca pecho.
- lo que se le ofrezca señor Dowsom.
- ¿cómo está mi agenda?
- solo tiene dos reuniones hoy. Quiere que lo ayude en algo.
- pídele a recursos humanos que venga, ya conociste a la nueva asesora de seguridad.
- aún no señor. Pero he escuchado cosas- lanza su cabello castaño hacia atrás mostrando su cuello. - dicen que es estricta ha despedido en esta semana a tres empleados.
- ¿cómo dice? - esa arpía se está extralimitando.
- no lo sabía señor.- en su tono hay cierta satisfacción.
- ¿a quien despidió?
- bueno, no sé, yo solo escuche.- dice algo nerviosa y rodeo el escritorio recargándome frente a él. Ella se queda en silencio aun lado mío moviendo sus piernas algo inquieta, se que es un error pero la tentación me puede y acarició el borde de su vestido, ella tiembla bajo mi tacto.
- ¿se le ofrece algo más? - susurra mientras sigo absorto en la línea de su falda y su piel, imaginando que sus piernas me rodean la cintura y la follo contra las ventanas de mi despacho.
- más vale estar vestidos - la voz de Natalia la hace dar un respingo y se aparta dando un paso atrás. Natalia ingresa con una escalera, con un cinturón de herramientas a su cintura descolocándome por completo, salió de nuevo y regresó con dos cajas más, que dejo sobre la mesilla de centro donde estaba la bandeja de café.
- te puedes retirar Andrea.
- si señor - la escuchó alejarse y un carraspeo, alejo mi mirada de su culo.
- tu teléfono no ha parado de sonar, llamo security y trasport trunk te deje el recado en tu escritorio.
- haaa, gracias, señorita...
- Natalia... - la veo palidecer y traga saliva - ¿creo que no tengo que hacer tu trabajo? ¿verdad?
- no señorita - dice intimidada bajo su mirada.
- si te dedicas solo a tu trabajo no me fijaré en ti y no te despediré. ¿Estamos?
- sí señorita Natalia.
- estaba trayéndome mi café - no sé, pero no me gustó su tono. Era como meterse en mis terrenos. Andrea salió por la puerta.
- en 20 minutos no se hace eso - no estuvo tanto tiempo ¿oh si?
- no puedes despedirla.
- quieres apostar. A estas alturas ya deberías conocerme y aprender.
Me enderece ante su amenaza implícita, pero no dije nada, recorrí su cuerpo y a pesar de ser ella, no podía negarlo, era sexi, para perder el aliento. La manera en como su pantalón ajustaba sus caderas, la blusa blanca abrazaba sus curvas y el maldito cinturón cayendo de sus se caderas se me quedaría grabado para siempre en mi cerebro. Se subió a la escalera.
- ¿que haces?
- ah sí - dijo como si recordara porque estaba ahí - evita follar por unos días en tu oficina.
- ¿cómo sabes que lo hago en mi oficina? - dije para picarla, ella se volvió torciendo su torso mientras se colocaba unos lentes de trabajo.
- ¿me dices que no lo haces en tu oficina? - me la devolvió con una sonrisa burlona. Era lo más cerca de tratarnos bien que hemos llegado, casi no la he visto en casa salvo las mañanas y supongo que duerme con papá. La idea me provoca náuseas.
- no. ¿quieres ser la primera? - le lance las palabras burlándome de ella, solo para olvidarme de la terrible imagen en mi cabeza, abrió la boca en sorpresa y le sonreí con arrogancia.
- gracias pero soy demasiado para ti.
Y ahí estaba guantazo n***o ala cara, me han rechazado varias veces pero no como ella lo estaba haciendo con tanto desdén y desprecio.
- quizá no has encontrado aun hombre de verdad.
- cuando lo encuentres me lo presentas y me dices que tal te fue.
Hija de... No soy gay... No tengo nada en contra de los homosexuales, aunque sea bisexual. Ella se volvió victoriosa y empezó a sacar herramientas de su cinturón junto a un taladro portátil. Me acerque hasta ella humillado porque ganó esta partida mientras probaba el taladro portátil.
- yo no autorice esto - toque su pierna para llamar su atención, me miró desde arriba.
- no necesito tu autorización... Es parte de mi trabajo.
- hay personal para esto.
- mira, yo no puse las reglas, pregúntale a tu padre si tanto te molesta. - Otra vez mi padre. Odiaba como sonaba en mi cabeza. Como si ellos fueran algo más que amigos.
Necesitaba salir de aquí o terminaríamos gritándonos, no me siento cómodo conmigo mismo con esos pensamientos. Abro la puerta de un tirón huyendo de mi propia rabia y esta golpea una de las patas de la escalera haciendo que Natalia se precipite hacia atrás, y caiga en picada.
Natalia
Cierro los ojos esperando el impacto, pero este no llega, de repente unos brazos firmes y duros me atrapan haciéndome jadear y contener el aliento. Ciento sus manos en la piel desnuda de mi espalda baja y alguien jadear, no sé si de asco o sorpresa. Mis manos se aferran a su cuello y un aroma a chocolate invade mis pulmones. Abro los ojos encontrándome con un color perlado, hipnotizador y por unos segundos me quedo inmóvil, hasta que recuerdo quien me tiene en sus brazos y está tocando mis cicatrices. Su mano que sujetaba mis rodillas, me dejan en el suelo sin apartarme de él. Ciento sus dedos deslizarse en la irregularidades de mi piel.
" está tocándote "
Reacciono antes de que diga algo y lo empujo lejos de mí bajando mi blusa. No necesito que se burle de mis marcas porque entonces sí que lo mataría.
- ¡ que te pasa ... Quieres matarme !
- yo.. lo lamento... No era mi intención Natalia.
Su expresión preocupada me toma por la guardia baja, creía que no se disculpaba, con su padre no lo ha hecho desde que llegué, al menos el capitán no me ha contado. Y cuando baja la mirada arrepentido. Siento algo y quiero calmarle.
- vale... No pasa nada... Gracias por atraparme - porque estoy nerviosa - voy a seguir con lo mío. - Alza la mirada hacia mi.
Él parpadea varias veces y mira hacia donde estaba colocando el tripié de la cámara.
-¿por qué lo haces?
- En mi equipo voy a instalar 15 cámaras para empezar con un programa diseñado por Nick y por mi.
-¿tu sistema? .- vaya que curioso es.
- si le llamamos la Reyna roja, vamos a fusionarla con la empresa.
- vale... Te dejo trabajar - satisfecho con mi respuesta, me mira de arriba abajo para mi mal gusto.
- te dejaré en control con tu secretaria.
- ¿la cámara puede desactivarse?- interroga impresionado.
- si quieres privacidad, si.
- pues no la necesito... - dice como si con eso arreglara sus palabras de hace un rato. Sin responder a eso subo las escaleras y me sostiene la escalera hasta que asegura de que estoy bien arriba. Después atranca su puerta y se va dejándome desconcertada.
" que fue todo eso " pregunta mi voz de la razón
" yo que sé " me respondo a mi misma.
" ustedes dos sin gritarse... Increíble... Creía que nunca podríamos llevarnos bien "
" yo también lo creí " y sonrió.
" te gusta " grita mi voz interna
" que no... Por dios que cosas piensas Natalia "
" la negación es buena Señal amiga "
Resople para mi misma, a veces estas pláticas internas me estresan. Me concentré en mi trabajo y olvidar el episodio. Aún tenía mucho trabajo por delante y interactuaría con will.