Al salir el misil que tenia por objetivo la pared del quirófano, sentí como mi corazón se enfriaba a medida que avanzaba el misil, pude ver todo en cámara lenta. No era un simple misil lo que había disparado y no era solo una delgada pared lo que destruiría En el misil iba mi ira, mi frustración y mis ganas desesperadas de salvar a Madeleine, y para mi, la pared representaba mi relación con lisa, .la cual ha sido para mi como una madre, una mejor amiga, mi maestra, Lisa representaba casi todo lo que conocía en esta vida.
Pero aun así estaba a punto de destruir todo aquello que valía la pena para mi hacia tan solo unos días. Para cuando el misil impacto con la pared, haciéndola volar en mil pedazos, sentí solamente ira, todo sentimiento contrario a ese, quedo en silencio. El humo de la explosión no me dejaba ver nada y no podía darme el lujo de esperar a que se disipara, a demás de eso, mi corazón latía tan fuerte que solo podía escucharlo a el, cerré los ojos por unos segundos y de un solo salto me lance a través del agujero que había creado en la pared. De inmediato los drones comenzaron a dispararme balas de diferentes calibres, pero eso no era algo que me pudiera detener.
salte hasta llegar casi al techo y atravesé a uno de los drones desde abajo con mi mano derecha, cerré mi puño dentro del dron y dentro de mi mano estaban diferentes circuitos que atravesaban al dron. Me di cuenta de que me estaba dando descargas eléctricas sin parar, así que lo lance hacia la oficina que estaba en el segundo piso, afortunadamente el dron atravesó el vidrio y golpeo el sistema de control de esos drones. Generalmente los drones estaban asignados a una posición remota de aquí, una que yo aun no conozco. Pero los drones que están dedicados a sectores específicos suelen tener su propia consola de control.
Al romper esa consola los drones hicieron un pequeño corto, y se apagaron, cayendo así desde el techo y quedan en pedazos en el piso. En el centro de la sala había una camilla inclinada, quedando en diagonal, estaba cubierta con una capa de metal que la hacia parecer una capsula, pero gracias a mi experiencia previa, ya sabia que no era una simple capsula. Al verla, me di cuanta de que de ambos lados salían un par de cables y vías llenas de sangre, que terminaban de conectar con un dos círculos que estaban uno a la derecha y otro a la izquierda de la capsula.
Mire hacia arriba y solo quedaba un científico allí arriba, salte hasta allá y lo tome por el cuello - Mas vale que sepas abrir la capsula, sino, no tiene sentido seguir hablando - dije con mi mirada inyectada de odio.
- Si me suelta, podría abrir la capsula para usted mi buen amigo - Dijo el hombre.
Lo solté y el con una sonrisa se acerco al panel holográfico que se hallaba justo frente a el, tomo una de las palancas y antes de que la fuese a abrir le dije - use las tres - con una voz seca y sin vacilar.
- Como guste, mi estimado - Respondió el hombre
Era una extraña forma de hablar para una persona en su situación, pero yo estaba muy absorto en mi objetivo principal como para pensar en las razones que tuviera ese hombre para hablar de esa manera, solo sabia que el estaba cooperando y eso era suficiente para mi.
Subió las tres palancas al máximo y vi como salían otras dos capsulas a los lados de la central. - Ábralas por favor - comencé a ser cordial sin darme cuenta. El hombre presiono tres botones que estaban bajo cada una de las palancas y comenzaron a deslizarse poco a poco las puertas, dejando salir un humo blanco a medida que se abrían.
Cuando terminaron de abrir, pude distinguir y oler que la persona que estaba en la capsula de el medio, era Madeleine, Le tenían pequeños tubos incrustados entre los espacios de sus costillas,, estaba con los pechos descubiertos y con una pequeña pieza de tela que cubría sus piernas. Entre ellas había una sonda de la cual salía sangre he iba conectada directamente a la camilla de metal donde estaba acostada.
Al abrirse las otras dos capsulas por completo, estas eran dos tanques llenos de un liquido verde, en las cuales habían dos niñas de cabello n***o, ellas estaban entubadas de la misma forma, con la diferencia de que ellas tenían unas agujas en el cuello, las cuales supongo que eran para llevar la sangre de Madeleine a ellas o viceversa. de inmediato voltee con todas las intenciones de asesinar al hombre que estaba a mi lado, pero en cuanto voltee, ya no estaba, se había ido sin que yo me diera cuenta. No podía ni escuchar sus pasos alejándose, es como si solo se hubiese esfumado, per no tenia tiempo que perder.
Me destrozaba ver a Madeleine así. Si la hubiese escuchado antes, podría haberla salvado de esto, pero fui un cobarde y ahora ella esta en esta situación, y no solo ella, sino esas niñas, si ya la vista de Madeleine era dolorosa, ver a esas dos niñas era desgarrador, Madeleine me conocía, tal vez solo por saber mas de lo que esos mal nacidos querían le hicieron esta asquerosidad, pero esas niñas tenían a penas unos nueve años, a esa edad debían estar en la escuela.
Y se supone que yo soy el único en mi especie, así que para que estaban estas niñas aquí y en esta situación, no era justo- Son unos malditos, son unos malditos, son unos malditos - Era lo único que retumbaba en mi cabeza.
Rompí las capsulas con mis puños, saque los tubos que habían en sus fosas nasales. corte y saque las vías que tenia Madeleine unida a ellas. Rompí los pequeños tubos entre sus costillas y los doble para que no siguieran desangrándose. tome algunas batas que habían por el piso y las cubrí. Las cargue y salí corriendo por el mismo agujero por donde entre. Ya casi disipaban todo el humo que había en el pasillo, pero me quedaba el tiempo necesario para llegar hasta el estacionamiento y escapar en alguno de los autos que encontrara.