Eres mía cuando yo quiera

2107 Words

La mañana soleada se desplegó ante mí, fruncí la nariz y abrí los ojos lentamente hasta toparme con el techo. Parpadeé varias veces antes de recobrar la compostura. Una mano estaba entrelazada en mi cintura. Al voltear, encontré a Eduard profundamente dormido a mi lado, lo cual me hizo sonrojar al instante. Para empeorar las cosas, al mirar bajo las cobijas, nos descubrí en una situación bastante reveladora. Desnudos. Los recuerdos de la noche anterior no se desvanecieron; había compartido una experiencia íntima con mi jefe, y fue lo mejor que había experimentado. Mi corazón latía rápido al recordar esos momentos, sus besos apasionados, sus caricias, su dominio sobre mi cuerpo y la intensidad de sus movimientos. Aunque todo fue como un acto animal en la cama, fue perfecto. Mientras Edu

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD