Evans la soltó cuando ambos lo necesitaban, y con una mano le acarició la mejilla, mientras Nathalie seguía con los ojos cerrados, los cuales abrió muy despacio. —Eso ha estado increíble — dijo Evans con una sonrisa y sintiendo miles de mariposas en su estómago. Nat estaba sumamente sonrojada, no esperó que Evas la besara y menos de la forma en que lo hizo, pero no iba a negar que le encantó. —¿Qué pasa? ¿No te gustó? ¿Hice algo mal? — dijo Evans asustado, tal vez no debió besarla. Ella negó. —No, es sólo que no lo esperaba. — Evans siguió acariciando el rostro de Nathalie. —Yo tampoco lo esperaba, pero no podía aguantar más, me gustas Nat, me gustas mucho. — Nathalie se puso más roja que un tomate. —Yo… yo no sé qué decir, si te digo la verdad me atraes mucho, pero no creo que