He tenido los nervios a mil, desde que casi la atropello, no puedo creer que haya sido tan inconsciente e irresponsable. Apenas me dijo su nombre y se desmayó, casi me da algo, no quería ser el causante de una desgracia. La llevé al hospital más cerca privado, no puedo llevarla a cualquiera, recogí su cartera, la alze y la subí en mi auto. En el camino no podía dejar de estar mirándola, era realmente muy hermosa, ¿Cuánto esfuerzo tendría que hacer para que llegara acostarse conmigo? Cuando llegamos al hospital CIMA, la atendieron de una vez, para después revisarla, el doctor dijo que está bien por dicha el golpe no fue fuerte, y que el desmayo fue del mismo susto, al fin pude respirar tranquilo, claro está que por muy pocos segundos, ya que dentro de la cartera de la señorita empezó a s