Quiero tener un par de hijos, pero nunca dije que quisiera tenerlos contigo. —Dijo Lilly, recuperó su compostura y le asestó un golpe sólido. Le sonrió a Tyler mientras él se reía suavemente. —¿No deberías ir a buscar nuestra pizza?—Lilly quería cambiar de tema. Le preocupaba a dónde llevaría su contraataque. Tyler se levantó y se acercó a ella. Ella observó sus movimientos lentos hasta que se detuvo justo frente a ella. Su corazón comenzó a traicionarla y a latir fuerte y rápido. Él extendió sus brazos y los colocó alrededor de sus hombros. La tuvo cautiva mientras la miraba fijamente en sus brillantes ojos verdes. Bajó la cabeza hasta que sus labios rozaron su oreja. —Cuando quieras tener hijos, solo avísame. Estaré encantado de complacerte. —Susurró Tyler, su aliento cálid