—Lilly. Una voz suave la llamó desde las profundidades de su mente. Lilly abrió los ojos. Estaba parada en un prado verde lleno de flores. El cielo era el azul más brillante que jamás había visto y el sol brillaba con todo su esplendor. ¿Dónde estaba? A lo lejos vio a alguien caminando hacia ella. Conocía a esa persona. Era su madre. —Lilly. —La voz de su madre era cálida y suave. Su cabello casi blanco brillaba como plata al sol, mientras el viento jugaba con las puntas de sus hebras. —¿Mamá? ¿Dónde estoy?—Lilly preguntó. Espera... ¿estaba muerta? —Esto es el Elíseo. Bueno, este es el estado de sueño del Elíseo. Pude traerte aquí para hablar. Me agota mucho físicamente, así que no puedo hacerlo a menudo ni durante mucho tiempo, pero necesitaba ayudarte. —Su madre fijó su mirad