La llamada de Celine había alertado a Enzo. Solo escuchar que los Mccartney se encontraban en casa de su padre le hizo hervir la sangre, sobre todo al saber que Jake también estaba allí. Después de estacionar el auto, Enzo ayudó a su padre a bajar del coche y pidió a uno de los empleados que lo condujera dentro de la mansión debido a la repentina lluvia que había comenzado a ponerse más fuerte. Mientras él atendía una llamada entrante de su secretaria. —¿Qué ocurre? —indagó. —Señor, la familia Smith ha cancelado el pedido y ha pedido el r*******o de su dinero. He intentado persuadirlos para que expliquen las razones por las que devuelven las telas, pero exigen hablar con usted en persona —explicó brevemente la secretaria, tratando de mantener la calma ante aquellos clientes quisquillosos