Ya estaba anocheciendo un poco y todavía seguíamos como niños pequeños subiendo a cualquier tipo de atracción. Danna y yo ya estábamos un poco cansadas pero Jaden nos prometió que esta sería el último juego en el que nos subiriamos. —"Las alas de ángel" me parece un poco aterrador. — ¿Qué no te parece aterrador a tí, Danni? —bufó el menor. —Puede que sí... —murmuré. —No sean aguafiestas, hay que cerrar la noche con broche de oro —Manu chocó las manos con Jaden y mi amiga y yo rodamos los ojos. Mediante la fila iba avanzando, miré hacía los lados observando el panorama. Ya no había tantas personas como en la tarde, pero igual se podía ver a perejas enamoradas compartiendo sus algodones y dándose besos mientras reían, dejándome claro que estoy más sola que la palabra. También había fa