CAPÍTULO 20

1144 Words
—¿A donde nos llevas?— pregunté nervioso. Por algún motivo extraño, este secuestrador no cumplía con su misión. Aún teníamos posibilidades de huir de él. Parecía un novato, pero no mostraba nerviosismo en su rostro. ¿En verdad decía la verdad? —Justo ahora nos dirigimos a la base central, ahí se encuentran los padres de Simón Williams. —¿Y mi madre? —No hemos podido localizarla— respondió, sin despegar la vista del frente. —¿Qué?— lo mire —¿Cómo que no han podido localizarla? ¿A donde la enviaron? ¿Que hicieron con ella?— cuestione. —Ni siquiera el jefe sabe a donde fue— respondió él—Dijo que volvería a casa, cuando terminamos el trabajo, tomó un taxi y se fue. Por la madrugada el jefe recibió una fotografía de ella, y una nota diciendo que no volvería. —No entiendo. —No puedo dar más información, cuando lleguemos a la base central, el jefe podrá responder todas tus dudas, mientras tanto puedes relajarte— miro por el espejo retrovisor —Estás comenzando a estresarme— dio una sonrisa de medio lado y volvió su vista al frente. Yo solo permanecí callado, espere ansioso a que llegáramos al lugar al cual nos llevaba y después de una eternidad, llegamos al fin. —¿Qué es este lugar?— preguntó Simón una vez bajamos del auto. —La base central, el ASC— respondió el hombre, asegurando su auto —Síganme— comenzó a caminar y después los tres lo seguimos de cerca. Llegamos al elevador, para salir del estacionamiento subterráneo al que el hombre había metido su auto. Después lo tomamos y el hombre presionó el botón con el número siete. El ascensor comenzó a subir y en poco tiempo las puertas se abrieron y el hombre salió. Luego comenzó a caminar y nosotros lo seguimos. Por el camino había más personas, vestidas formalmente y muy bien educadas, cada una saludaba al hombre y él devolvía el saludo. Al llegar al final del piso se encontraba una puerta de color blanco, diferente a las demás que vi en el camino, esta tenía escrito un nombre y el hombre tocó antes de entrar. —Tengo a los muchachos conmigo, señor— dijo al entrar —Me costó un poco traerlos contigo. —Si— el hombre que se encontraba sentado en la silla al frente del escritorio nos miró y dejó de hacer lo que hacía, se puso de pie y caminó hasta donde nos encontrábamos —Muy buen trabajo— al llegar al lado de nosotros se detuvo y lo miró, después volvió su vista a nosotros y nos miró detalladamente —¿Quién de ustedes tres es Andy?— nos examinó a cada uno. —Soy yo— dije con nerviosismo. El hombre puso toda su atención sobre mi —Déjame verte— tomó mi mentón y examinó mis facciones —No tienes nada de parecido a tu padre, podemos decir que no eres igual a él. Que buen trabajo hizo la agente Pak al cuidarte— sonrió y me soltó —¿Simón?— miró al chico, creyendo que él era mi amigo. El chico negó, retrocediendo —No, no, Señor— dijo con miedo. El hombre giró su vista al verdadero Simón y lo examinó —Valla— se cruzó de brazos —Idéntico a Susan, pero creo que los ojos son iguales a los de tu padre, una mezcla de ambos— asintió —¿El otro chico es?— miró al hombre que nos trajo. —El empleado de la agente Pak— respondió él. —Bueno, ya que se encuentran aquí, vamos a esperar a los agentes Williams y después les asignaremos su habitación— sonrió, se giró y volvió a su lugar. —pónganse cómodos, por favor. —¿Qué es este lugar?— pregunté, manteniéndome estático en mi lugar —¿Por qué nos trajeron aquí?— un nudo comenzó a formarse en mi garganta —¿Dónde está mi mamá? El hombre me miró —Bueno, ¿el agente Silva no se los dijo?— miró al hombre que estaba detrás de mí y este negó—Ya veo, deben estar desesperados y confundidos— sonrió —Ven, siéntate— señaló la silla del frente —Responderé todas tus dudas. —Prefiero escucharlo desde este lugar. —Como quieras— volvió a sus hojas —Te encuentras en la Agencia de Seguridad Ciudadana, o la ASC, como prefieran llamarle— sonrió —Nuestra agencia se dedica a salvaguardar la seguridad de los ciudadanos, nos metemos en casos grandes como el caso F u otros más. En este caso tú madre, la agente Pak, creyó que podía atrapar al organizador del proyecto Fire y terminar con el, pero olvidó que trataba con un Psicopata, con un CuCu— giró su dedo al lado de su oreja, señalando que el hombre estaba demente. —No ha respondido mi pregunta— mire con enfado. Él tomó una fotografía, la miró y luego la puso sobre su escritorio —¿Esto calma tu nervio?— me miró. Yo me acerqué a su escritorio y cuando llegue tomé la fotografía. Esta mostraba a mi madre, sentada a una silla, con sus extremidades atadas, ella se encontraba secuestrada por un loco. —No lo hace en absoluto. —Eliot Hilton, Denis Hilton— fue sacando fotografías con rostro —Fran White y Gladis Hamilton— me miró —Todos ellos eran los organizadores del juego suicida llamado “FIRE”. En el pasado convocaban, a través de las redes a jóvenes y adultos que planeaban acabar con su vida para facilitárselo y cuando los tenían, los llevaban a distintos puntos del país para que, los llamados “depredadores”; que en un inicio eran ellos, terminaran con su vida. Conforme el tiempo pasaba su juego fue incrementando en popularidad en la web y día los invitados comenzaron a ir en contra de su voluntad. Tú madre se infiltró al juego y lo ganó. Desenmascaró a los responsables y después dos de ellos murieron y el resto fue a prisión, hace algunos meses uno de ellos, Eliot Hamilton, especificando, fue liberado por su buena disciplina. Siguió con su juego y él fue quien los llevó a ustedes a jugar “FIRE 2.0” o como sea que lo haya llamado. Supongo que él fue quien convocó a ti madre y se la llevó. —Esa es mucha información, no se como tomarlo— lo mire. —¿Por qué mi madre estaría en una agencia cómo está en primer lugar? —Sara tiene un gran pasado— sonrió —¿Quieres saber de donde vienes?— me miró. Previa que horadaba un enorme secreto, así que por cuidadas acepte.

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