[MICHAEL] Ha sido cuestión de apenas entrar a la casa y sentir la mirada de todos sobre mi cuestionándome donde rayos me había metido. Mi hermano ha sido el primero en llevarme a la rastra al jardín y hacerme más preguntas de las que podría llegar a hacerme un policía. No le he podido contar mucho acerca de Jimena y mi hijo, pero si he podido darle a entender que la sonrisa de idiota que llevo tatuada en mi rostro es a causa de una mujer. Lo bueno es que he podido escaparme de todos y estoy aquí en mi cómoda y solitaria cama de está habitación que siempre estará disponible para mi en esta enorme casa, mirando al techo y pensando en ella. Es recordar lo que hemos vivido anoche y sonreír como un adolecente el cual se ha enamorado por primera vez. —A Felipe podrás engañarlo todo lo que gust