Capítulo 2: ~Mi razón de sonreír eres tu~

1397 Words
Los días para Amanda transcurrían con gran rapidez, tanto que le alegraba, sueño con sueño, donde se veía con aquel joven, que la hacía no querer despertar por aquella hermosa experiencia que le dejaba, cosas que en la vida real no le pasarían. Suspiró pesadamente al mirar hacia aquel cielo grisáceo que le causó un gran dolor en el pecho al recordar su relidad, aún que aquel joven le alegrara mucho en los sueños, en la vida real, un joven la hacía sufrir. — ¿Por qué me pasa esto?.— pensó.— ¿acaso no se da cuenta?.... Tan sumida en sus pensamientos, mirando de reojo a aquella pareja que tanto le lastimaba en esos momentos, ver al joven del que estaba enamorada junto a alguien más le dolía. Aún al recordar aquellas palabras dichas por el mismo tiempo atrás cuando ellos hablaban con tanto entusiasmo, si no fuera por un simple "berrinche" por parte de él, ellos hubieran seguido hablando, tal ves solo como amigos, cosa que a Amanda no le importaba ya que con tal de estar a su lado, eso le bastaba. — ¿Soy menos?... vaya, ella si que es perfecta para ti... ya que ella es.... linda... ella es mucho mejor que yo... - pensó.- si tu eres feliz... yo también lo seré... además de que no puedo ser alguien normal... Solo soy.... Una muñeca... Un títere... Un arlequín para la diversión de los demás... Ven vamos jueguen más con mi destrozado corazón... ya que para eso sirvo. Esos pensamientos negativos cruzaban su mente, provocando que sus ojos comenzaran a cristalizarse, pero decidió tragarse la amargura y seguir con sus clases como siempre, sin derramar una gota que demostraba su quebrantada alma que pedía a gritos desesperados salir de ese lugar y volver a dormir. En algún lugar del mundo... En la preparatoria, se encontraba Ethan mirando directamente a la ventana que se encontraba a un lado de su butaca, perdido en sus pensamientos, evitando cualquier comentario de sus amigos, no es que los odiara, pero un sentimiento desagradable se cruzó en su corazón como una estaca, cosa que le preocupó. No podía evitar sentir aquel dolor en su pecho, provocando que se llevara la mano hacia este, cosa que no pasó desapercibido ya que sus amigos se dieron cuenta de la condición de este. — ¿Ethy?, ¿te encuentras bien?.— interrogó uno de sus amigos un poco preocupado. — S-si... no es nada Rick....— contestó Ethan un poco adolorido. — P-pero... estas pálido....— habló un poco tímido otro de sus amigos.— no creo que estés bien.... — ¡Solo es un malestar muy leve!.— contestó un poco exaltado tocándose el pecho. Sus amigos sabían que no se encontraba para nada bien, así que decidieron pedirle permiso al maestro para poder sacar del aula a Ethan, aún que sea arrastrado, pero se lo llevaron. Al salir del aula, Ethan comenzó a forcejear ya que según el eso era normal desde hace varios días atrás. — ¡hijos de p**a!, ¡que ya les dije que no me pasa nada!.— gritó Ethan.— ¡cuando me suelten les juro que....! Sus gritos fueron interrumpidos por sus amigos quienes lo dejaron caer al suelo, ya que habían llegado a la enfermería de la institución, donde el enfermero solo los miró un poco divertido por la situación. — ¡Enfermero!, ¡¡que le da, se nos muere!!.—gritó Ricardo al ver al mayor.— ¡¡se nos muere el crío!! — ¡¡Le esta dando un dolor!!.— apuntó a Ethan.— ¡aun que el desgraciado no lo acepte!.— esta vez habló Samuel agitando los brazos de una manera dramática. El enfermero de esa institución solo sonrió ante la actitud de los jóvenes hacia su amigo, pero al ver casi desvanecerse al rubio, decidió llamar a sus padres. Después de todo ese escándalo según Ethan, lo llevaron a su casa para que descansara, la idea le comenzó a gustar cuando recordó aquel hermoso mundo donde se podía perder al lado de aquella joven. - Ahora voy a ver si puedo soñar con ella...- dijo muentras tomaba asiento en su cama. Poco a poco se dejó llevar por la somnolencia que comenzó a sentir, era de noche, y agradecía que al fin lo habían dejado en paz. Al caer en los brazos de morfeo comenzó su aventura, aquella que había deseado continuar.... ☆En el sueño☆ En medio de un bosque se situaba ahora aquel joven, se sentía un poco desorientado, pero eso no le impidió caminar por ese lugar. Pasaron unos minutos para después encontrarse con una pequeña cabaña. La curiosidad era su mayor debilidad... Pero tenía una gran sensación de que algo lo esperaba ahí.... "Amo sentir esta sensación de calidez en mi pecho".... Era su único pensamiento, ya que siempre que la veía, ese sentimiento regresaba en busca de darle un buen sueño... uno del que quisiera saber el significado. Al abrir aquella puerta, se encontró con la castaña, quien se encontraba sentada en una silla que era parte de aquella mesa de madera leyendo una hoja. Sin dudarlo el joven solo se limitó a sentarse a un lado de ella para ver lo que estaba leyendo, pero al ver el contenido de la nota solo se sorprendió. — ¿Amy.....— la llamó.— acaso eso es....?— señaló la nota un poco preocupado. La mencionada solo sonrió para después abrazarlo, cosa que lo tomó por sorpresa, pero a ser sincero no le molestaba. Al separarse Ethan solo observaba a Amy quien solo lo miraba con ternura. — ¿entonces?...— preguntó preocupado.—¿iré a esa prueba?... -Sí... - contestó Amy.- pero... Ante aquella pausa, él se comenzaba a morir de curiosidad por saber lo que estaba a punto de mencionar, pero al ver que ella tomó sus manos, la duda se fue dejando de lado aquel nerviosismo que lo inquietaba, para dejar que la chica le terminara de hablar. — No estarás solo...— sonrió.— Iré contigo, para trabajar en equipo. Ethan al escucharla comenzó a sonreír, la verdad es que no cabía en sí de gozo al escuchar a su querida amiga. Por otro lado Amy solo lo observaba, ya que parecía un niño pequeño, cosa que le causó más ternura. — Ethan...— interrumpió su pequeña celebración.— si yo no ganó la competencia....— desvió la mirada para evitar a la de él.— quiero que siempre me recuerdes... ya que estamos juntos por que.... tenemos el mismo objetivo. Su compañero solo hizo una mueca al escuchar las palabras de ella, ya que odiaba que fuera tan pesimista desde que la había conocido. Sin pensarlo más, él habló para tratar de callarla. — Si estamos juntos en este lugar... te aseguro que es por que tenemos el destino escrito...— dijo un poco molesto.— por favor deja ese maldito pensamiento. Decidido se levantó de su asiento para después tomar la mano de la chica y ayudarla a levantarse. Al estar frente a ella, aún sosteniendo la mano de la chica la posó en su pecho para que pudiera sentir los latidos se su corazón. — Amy... mi corazón está completamente lleno de emoción y de eso eres consiente al sentir mis latidos...— sonrió para después volver a hablar.— Nosotros debemos afrontar juntos aquella prueba, para demostrar que somos dignos de resguardar esos tesoros que se nos otorgarán al terminar aquella pista de obstáculos, porqué aún que no lo creas, eres genial e incluso apta para tener uno de los tesoros. Sin nada que decir, Amanda abrazó a Ethan para consolar su lastimado corazón, el cual sufría mucho, pero con él a su lado, su dolor comenzó a desaparecer dándole paso a una alegría que él solo podía darle, él era capaz de sacarle una sonrisa con sus ocurrencias, incluso la hacia sentir mejor consigo misma. En efecto, ella comenzaba a sentir que Ethan era un chico perfecto, aún que no se lo dijera seguido a causa de su timidez que la caracterizaba. "¿Cuándo podré decirte que eres perfecto?, tanto que no merezco estar a tu lado porque soy lo peor que puedes haber encontrado" Pensó al ver a Ethan, quien seguía manteniendo esa sonrisa que lo caracterizaba.
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