Bajamos al restaurante del hotel Tomás vestía un traje azul que le quedaba como guante y debajo de él se notaba un cuerpo bien tonificado tiene una presencia imponente que llama la atención ese traje resalta más el azul de sus ojos es imposible no voltear a verlo, voy de su brazo y siento todas las miradas sobre nosotros llegamos al restaurante nos pidieron el nombre de la persona que hizo la reservacion nos llevaron a nuestra mesa, Tomas se sentó a lado mío estábamos esperando a los clientes quienes no tardaron mucho en llegar Tomas los saludo y procedió a presentarme -Buenas noches, ella es la arquitecta Irene Kepner esta a cargo de este proyecto conmigo - puso su mano en mi espalda desnuda, su pulgar acariciaba mi piel enviando una clase de corriente por mi cuerpo con su tacto -es un