Deambulé casi toda la noche en mi automóvil, hasta que tuve que recargarlo. Estaba triste. Una vez debía dejar a Khala. Mi hermano había ganado.
El lunes, llegué más temprano de lo usual a la oficina, aún no podía creer que mi hermano me hubiese engañado y ocultado el regreso de Rithana. Aunque, si yo hubiese estado en su lugar, era seguro que hubiera hecho lo mismo. Por lo mismo quería hablar con él, necesitaba aclararle que todo debía acabar, que él se quedara con ella y yo me hacía a un lado.
Pero llegó enojado, molesto, Carolina también había sido drogada aquella noche. Entonces, si no fue él, ¿quién lo hizo? La respuesta llegó en ese mismo instante, Miguel. Miguel nos confesó que él lo había hecho, lo que no entendía era ¿por qué? ¿Qué ganaba él con eso? La explicación fue demasia
