“El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada.”
Gustavo Adolfo Bécquer
La semana inicia con la rutina habitual, la reunión de Rodrigo con los jefes de departamento de su empresa. Desde que vio a Christa en el bar, no han cruzado palabras.
Ella llega un poco retrasada a la reunión por lo que debe disculparse ante el grupo de trabajo.
—Disculpen la demora, estaba algo congestionado el tráfico —toma la silla y se sienta al lado de Deborah, a pesar de que el asiento del lado de Rodrigo está desocupado, mas, también estaban faltando otros dos de sus colegas por llegar.
Detrás de Christa entra Amanda y junto con ella Ricardo. La atractiva mujer se sienta junto a Rodrigo, mientras Ricardo se ubica al lado de Christa. Miradas que se cruzan, unas con otras, secre
