“La muerte es un castigo para algunos, para otros un regalo, y para muchos un favor.” Séneca Giovanna nunca supo como pudo meterse en un problema tan serio como aquel. Ella simplemente quería cumplir con su trabajo de forma correcta. Pero ¿Cómo podía quedarse callada ante aquella situación? ¿Cómo podía fingir que nada había pasado? No era fácil tener que ver a Rodrigo Bracamonte frente a ella y desviar la mirada para que él no se sintiese atacado. Descubrir que la empresa estaba perdiendo una cantidad de capital bastante grande, era preocupante para ella porque eso, consideraba ella, era parte de su trabajo, vigilar las cuentas y el funcionamiento correcto de todas las transacciones financieras, para eso estaba allí. Sin embargo, cuando Rodrigo le reclamó por involucrarse en temas qu