Benicio. —Beni, quiero hablar contigo. —Dime. —revuelvo el café mirándola—. ¿Qué pasa? Tienes terrible cara mujer. —Estoy embarazada. —tomo del café alzando las cejas—. Tengo cuatro meses. —¿No era que no querías hijos?. —Si, pero no sé, la pastilla no funcionó y no me dio para abortar. —¿Y qué piensas hacer? Porque desde ya te digo que no voy a decir que es mío. —no dice nada cosa que me hace dudar—. Yoselin, de verdad te digo, no me voy a responsabilizar ni decir que lo buscamos. —No sé que hacer. —¿Pensaste en decir que es mio?. —Y si, ¿qué digo?. —Bueno, tu pareja debe saberlo y él decidir si quiere a ese bebé o no, pero no decir que es mio sin consultarle, y si me quieres dejar como cornudo no tengo drama. —¿De verdad Benicio?. —Si, mientras me firmes el divorcio no hay dr