"Hey, hey, hey, hey, no te lo vas a creer. Por Dios, esto es enorme. No, no enorme: gigantesco. No, no gigantesco: ¡Colosal! Es magnífico, no creí que fuera a ser posible pero lo conseguí y no vas a poder creértelo. Yo aún no me la creo pero valió la pena trasnochar para conseguir estas cosas y—
¿Qué? Ah, sí. Te digo— No, espera, deja que haga esto bien. Ejem, ejem… Por favor, redoble de tambores, damas y caballeros.
Ja, me encanta que me sigas el juego con esa estupidez. Ya deja de golpear la mesa.
Como sea: Adivina lo que pasa este jueves a las ocho. Pues te diré lo que pasa: Tú, yo y dos entradas para el concierto de Major Lazer. ¿Qué dices? Vamos, sabes que no puedes resistirte. No me puedes decir que no. Me pasé seis horas haciendo fila solo por esto y sé que no te negarás cuando eres tan fanática de su música. Te digo que más te vale no decir que no. Conseguí estas entradas para nosotros dos y no hay nadie más en este mundo con quien querría pasar la mejor noche de mi vida"