El día de ayer, me la pase vomitando media hora fácilmente, hasta que ya no había más que desechar. Donovan fue bastante compresivo conmigo, me ayudo a recomponerme y estuvo a mi lado hasta que llegamos al auto por precaución de que pudiera recaer. Su atención fue algo que me gusto. No sé si él llego a sentir preocupación por mí, pero al menos no le era indiferente. No dijimos palabra en todo el viaje y apenas susurre una exigua despedida cuando baje del auto, no por estar enojada, ni por asomo lo estaba, sino que estaba avergonzada. Donovan seguro que en algún momento me recordara lo del vomito y lo estúpida que fui por aceptar el trago. Maldita chica la de anoche, no recuerdo su nombre, pero sé que me miraba como si quisiera golpearme. Cuando entré en la casa no había nadie, así que no