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Despierto y son las 9:18 am. Voy a la habitación de Andreas y veo que aún está profundamente dormido. Bajo las escaleras para ir a la cocina e iniciar la preparación del desayuno. Al pasar por la sala veo a Dante sentado mirando por la ventana. Aparentemente no ha dormido toda la noche, por lo que luce cansado. Al percatarse de mi presencia, me sonríe, pero sin mirarme, luce avergonzado. Se levanta y empieza a recoger la botella de vino y las copas. Camina hacia la cocina, yo lo sigo, pero me quedo parada en el umbral de la puerta, sin ingresar a esa área de la casa. Él lava las copas y desecha la botella. Por un momento se apoya con ambas manos sobre el lavadero, suspira, toma aire y se gira para hablarme.
- No he dormido porque después de deshidratarme llorando estuve reflexionand
