(Dante) - Por favor, Dante, no te pongas tan sentimental –me dice apretando mis mejillas, como lo hacía cada vez que, según ella, me comportaba de manera adorable, como un niño inocente. - Ay, Bea, me afecta darme cuenta que fui un idiota. ¡Cómo pude dejarte sola, desnuda, sobre mi cama y no explicarte por qué lo hice! Todo lo confundida que debiste estar en ese momento –digo tapándome la cara con mis manos. - Fue por la inexperiencia. Lo que puedo decir en tu defensa es que nunca más volviste a dejarme solo de esa manera –dice y trata de separar mis manos de mi rostro-. Ya, Dante, continúa con el recuerdo, estás llegando a la parte más interesante –y se ríe bajito porque aquí viene lo más desastroso de todo de esta historia. Después de llegar con los condones y de estar tan excitado q
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books