Parte 1: Capítulo 5

2432 Words
El proceso de divorcio tomó algo más de un mes. Carla presentó la demanda a los dos días de haberse conocido la infidelidad de Dante y solicitó a favor de Bea hasta el más mínimo bien adquirido durante el matrimonio. Él aceptó entregarle a mi hermana todo lo que ella exigía, pero su puta no estaba de acuerdo con ello. Ante esta situación, la muy malnacida quiso vengarse de Bea, y para ello creó una página de f******k anónima para ridiculizar e insultar a mi hermana, ¡hasta llegó a pagar para que sus post se difundieran como publicidad por toda la ciudad! Tenía la pretensión de que la vergüenza haría que Bea desista de solicitar todos los beneficios que por el divorcio le correspondía, pero lo único que causó es que mi hermana decidiera defenderse y que utilizara sus artimañas en contra de ella. Felipe, amigo de Bea -que siempre quiso iniciar una relación con mi hermana, pero que ella rechazó por estar perdidamente enamorada de Dante-, era ingeniero de software y programador, por lo que trabajaba en seguridad cibernética para grandes compañías del país y de la región. Bea le contó lo que le estaba sucediendo, y él -aún enamorado de ella, aunque ya estaba casado-, decidió ayudarla. Haciendo un seguimiento a la página de f******k de donde salían los ataques hacia mi hermana, ubicó e intervino la maquina desde donde la zorra lanzaba todo su veneno y obtuvo vídeos de ella subiendo la información falsa que desprestigiaba a Bea cuando activó la cámara del equipo y la grabó en pleno acto delictivo. En los vídeos se podía escuchar todo lo que la desgraciaba deseaba que le sucediera a mi hermana al dejarla mal parada en su trabajo, en su círculo social, ante sus amigos con mentiras que la acusaban de ofrecer favores sexuales a cambio de recibir beneficios en su trabajo, e indicaba que por llevar esa vida es que no quiso salir embarazada de su esposo, quien al enterarse de la verdad le pidió el divorcio. Con todas estas pruebas, Carla fue con Bea a hablar con el presidente del conglomerado donde trabajaba Dante y su amante. La cita se la había conseguido la asistente de presidencia, quien se comunicó con mi hermana tras el escándalo que la puta esa armó, para darle todo su apoyo y ofrecerle su ayuda cuando ella lo requiriera. Bea exigió que despidan a la zorra y que la pongan en una lista negra que sabía muy bien que las organizaciones privadas manejaban en secreto, para que esa mujer no vuelva a trabajar a ese nivel nunca más, pero el pedido no quedó ahí. Sin que lo haya conversado previamente con Carla, Bea pidió algo más: que Dante sea también despedido y puesto en esa lista negra. Nuestra amiga me contó que al escuchar a Bea ir en contra de Dante se sorprendió tanto que no pudo ocultar su reacción de asombro. El presidente del conglomerado conocía del tema, su asistente lo había puesto al tanto, por lo que estaba de acuerdo que la mujer esa era la responsable de todos los ataques contra mi hermana y se merecía ser vetada, pero que pidiera la cabeza de Dante le pareció demasiado. Bea le explicó su punto: esa mujer jamás la hubiera dañado si él no le hubiera permitido entrar en su vida y dejar que haga todo el mal que le afectaba por las r************* , y dicho esto procedió a mostrarle un vídeo que ni Carla ni yo habíamos visto. En él se veía a la mujer administrando la página por donde insultaba y desacreditaba a mi hermana, como aparecía en los demás, pero después de unos minutos se ve a Dante acercarse, agacharse para abrazar a la tipa y reír al ver el meme que la mujerzuela había hecho con una foto que tomó del f******k de Bea. Además, para mala suerte de Dante, se le escucha decir: «Ya déjala en paz. Bastante tiene con quedarse sola. El dinero se hace, pero que ella pueda parir es imposible». Al día siguiente, a ambos les solicitaron que presenten sus cartas de renuncia y se vayan aceptando los mínimos derechos laborales que les podían reconocer. Al principio ninguno entendía el por qué buscaban deshacerse de ellos, hasta la zorra argumentó que demandaría al conglomerado por pretender dejar sin empleo a una mujer embarazada, a lo que el presidente alegó que si no se iban por las buenas la empresa los demandaría por romper el reglamento de ética, en donde está prohibido que se entablen relaciones más allá de lo profesional entre los empleados, que han demostrado carecer de moral al entablar una relación adúltera y que no cumplen con los requisitos éticos que los empleados del conglomerado deben tener al usar tácticas despreciables para desprestigiar y humillar a una persona de comportamiento social y profesional intachable. Ambos seguían cerrados en que no era verdad lo que decía el presidente, así que en calidad UHD les proyectó el vídeo donde se les ve a los dos burlándose de Bea. Con esa prueba ninguno pudo seguir negando lo que hicieron y aceptaron las condiciones impuestas para su retiro de la empresa. Al estar embarazada, la zorra no intentó buscar un nuevo empleo. Dante se haría responsable de todo, por lo que se comunicó con sus contactos en otras empresas para encontrar un nuevo puesto laboral. Pasaron seis meses y no conseguía nada. Por un amigo en común me enteré que, en esos momentos en que no lograba avanzar en los procesos de selección, él no podía creer que nadie quisiera contar con su talento, ya que cuando trabajaba en el conglomerado, más de una empresa de la competencia le hizo saber que estaban interesados en él. Probó en otros rubros y seguía con la misma suerte, hasta que un compañero de la universidad se apiadó de él y le explicó lo que pasaba. «El presidente del conglomerado en donde trabajabas te puso en la lista negra que todas las grandes y medianas empresas que operan en el país consultan para evitar contratar malos elementos». El motivo con que marcaron a Dante para vetarlo fue de falta a la moral, falta al reglamento ético de la empresa, participación en actos contra el buen nombre y la reputación, acoso cibernético. Estaba jodido. Al finalizar el proceso de divorcio, Bea se quedó con el 80% de todos los bienes del matrimonio, ya que, sin que mi hermana y yo lo sepamos, Carla amenazó a Dante con iniciar un proceso penal en contra de él y de su zorra por el daño a la imagen y reputación de Bea, lo que haría que su hijo nazca en la cárcel de mujeres, si no aceptaba todo lo que exigían en la demanda. Con solo el 20% de los bienes matrimoniales, sin empleo y con una mujer que era un peso muerto, Dante vendió su exclusivo auto y el apartamento de lujo donde vivía con la zorra para adquirir un vehículo mucho más económico y una casa en una zona austera, pero tranquila de la ciudad. Dejó de hacer el mercado en establecimientos exclusivos, de comprar ropa de marcas caras, de usar el perfume de trescientos dólares americanos que amaba y hasta vendió un par de sus relojes más costosos por cubrir los gastos que su nueva familia le exigía. Su hijo estaba a punto de nacer y vivían solo del dinero que quedaba de la venta del apartamento y auto, no conseguía trabajo y su nuevo amor ni siquiera tenía algún ahorro o aportó la liquidación que le dieron tras renunciar para sostener a la familia que ambos decidieron formar. Tuvo que recurrir a su último recurso, uno al que se negaba por orgullo, pero que se terminó tragando por ese hijo que tanto quiso y esperaba con ilusión. Decidió ir a hablar con su hermana mayor, quien era la Gerente General de la empresa que su abuelo creó, su padre amplió y ahora ella expandía a otros países. La familia de Dante era dueña de una cadena de restaurantes que poco a poco fueron inundando la ciudad, el país y ahora lo hacían a nivel internacional. Como él nunca prestó interés a continuar con el negocio familiar, su hermana quedó como dueña de todo, aunque él tenía una pequeña participación en las acciones, por lo que si quería podría exigir que se le pague mensualmente los beneficios que le correspondían. Sin embargo, sabía que, si solo iba y estiraba la mano para recibir dinero, su hermana no pararía de burlarse de él, por lo que fue decidido a hablar con ella para pedirle un trabajo en la empresa familiar. Giordana Castello es una gran mujer de negocios. Con empeño y mucho trabajo ha logrado expandir el legado familiar a un nivel que cuando su padre murió se fue en paz, sabiendo que lo iniciado por el abuelo quedaba en buenas manos. Su esposo, uno de los más reconocidos chefs del país, es su mano derecha en el camino de la expansión internacional. La relación entre ella y Dante era buena, pero se rompió cuando se enteró del reciente inicio de su aventura con la tipa esa al topárselos muy acaramelados en un balneario muy concurrido en el norte del país, donde ella había ido para abrir un nuevo restaurante. Cuando el divorcio ya era un hecho, Bea se enteró por la boca de la mismísima Giordana que cuando esta se percató de que no era mi hermana a quien Dante besaba, la sangre le hirvió, se acercó a donde estaban esos dos y agarró de los pelos a la tipa para separarla de su hermano. Él explotó por lo que su hermana hizo en contra de su amante, pero Giordana siempre tuvo los ovarios bien puestos y abofeteó al infiel, además le dijo que ella no tenía hermanos adúlteros, que su familia no era perfecta, pero el respeto, lealtad y fidelidad siempre fueron valores importantes para ellos, por lo que le señaló que no lo quería volver a ver si seguía con esa zorra o con cualquier otra que no fuera Bea, que se olvide de que existe, y que eso implicaba la empresa familiar que ahora ella manejaba. Giordana contó que con mucha soberbia Dante menospreció lo que su familia había logrado en tres generaciones, y le informó que a él le iba muy bien, que no necesitaba trabajar los fines de semana y feriados para tener la buena vida de lujos que llevaba, y que no se metiera en sus relaciones, que él sabía lo que hacía. Desde ese día Giordana rompió lazos con Dante y se distanció de Bea porque no sabía cómo decirle lo que sucedía sin dañarla. Tiempo después, cuando ya sabíamos sobre el diagnóstico de cáncer de estómago, ya habían intervenido quirúrgicamente a mi hermana y estaba por iniciar la primera quimioterapia, recibí en la oficina de mi trabajo a Juan Carlos -o JC como de cariño le llamábamos a este amigo del colegio que trabajaba administrando uno de los restaurantes de la Familia Castello-, y después de hablar algunos temas laborales me contó que Dante estaba trabajando junto con Giordana. Eso me sorprendió porque cuando ella se enteró del divorcio habló con Bea y le dijo que jamás volvería a entablar relación alguna con su hermano por lo poco hombre que había sido al engañar a la mujer que fue su esposa. Sin embargo, JC me confirmó que una mañana que visitó las oficinas principales de la empresa de Los Castello para coordinar sus próximas vacaciones, lo vio ahí en plenas labores diarias. Dante llevaba seis meses laborando en la empresa de su familia, pero Giordana no había hecho público la incorporación de su hermano al equipo; es más, ni siquiera le había dado un cargo que lo pusiera por encima del personal administrativo o de cocina de cada sede: era un asesor sin voz ni voto en la empresa. JC me comentó que cuando Giordana notó su cara de desagrado al ver a Dante, esta le pidió ir a su oficina con la excusa de que quería hablar con él de trabajo, pero en realidad quería explicarle qué hacía el infiel ahí. Aunque JC le dijo que no era necesario que compartiera con él temas que solo competen a su familia, Giordana insistió porque sabía que JC era muy cercano a Bea y a mí, y no quería que ninguna de nosotras pensáramos que ella también le estaba siendo desleal a mi hermana. Giordana le contó a JC que una mañana, llegando a las oficinas de la empresa, se encontró a Dante en el estacionamiento. Había llamado a su madre, quien estaba dolida y molesta con él, pero al escuchar que tendría un hijo y estaba desempleado se apiado de él y le ayudó facilitándole la información de cuándo y dónde podría hablar con Giordana sin espectadores no deseados. Así fue que antes de las 7 am la esperaba en el edificio donde funcionan las oficinas administrativas de la empresa de Los Castello para hablar. Ella contó que al principio hizo como que no lo vio, pero él se acercó, y con una humildad que no le conocía le pidió que lo escuche. Ella aceptó y así él le explicó toda la desgracia por la que estaba pasando. Como Dante no había pedido nada, solo narró su desventurado presente, Giordana le dijo que estaba al tanto de todo lo que le había sucedido, ya que ella y su madre habían retomado contacto con Bea, así como con varios amigos de ella. En ese momento Dante le reclamó muy cerca del llanto que, si sabía por lo que estaba pasando, por qué no lo buscó para ofrecerle ayuda, a lo que Giordana respondió que fue muy clara al decirle que se olvidara de ella y de la empresa familiar si seguía con la zorra esa o con cualquier otra porque no aceptaría a otra mujer que no fuera Bea. Ella ya estaba invitándolo a retirarse cuando Dante se arrodilló enfrente de ella y le rogó que le ayudara a darle a su hijo una buena vida, que el niño no se merecía padecer por las malas decisiones que él tomó, que no lo desamparara al negarle al padre un empleo. Giordana le confesó a JC que, en ese momento, al verlo suplicando no por su futuro, sino por el de su hijo, la conmovió y no pudo mantener la postura estoica y fría que se había propuesto tener siempre ante su hermano.
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