En los últimos días, Eason Lu había cuidado bien a Gina Hsiao en cada detalle. Se encargaba de todos sus asuntos y había estado en la sala casi las 24 horas. Eason Lu se durmió a su lado. Gina Hsiao lo miró de cerca. Dormía tan tranquilamente que no roncaba ni se movía. Este hombre no solo se veía guapo, también tenía un aspecto esmerado. Cuanto más lo miraba, más guapo le parecía. Sabía que anoche casi no durmió. Estaba cansado y por eso quería dejarlo dormir un poco más, pero en ese momento ella quería ir al baño. Trató de apartar el brazo de Eason Lu lo más delicadamente posible, pero el hombre tenía el sueño tan ligero que lo despertó de inmediato. Gina Hsiao se detuvo de repente; aun así, él abrió los ojos. Se podían ver claramente sus ojos rojos. –¿Te desperté? –se a
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