Suficiente en el amor

Capítulo 7

　　¿Alguien de arriba tomó una decisión? ¿Quién fue?

　　¿Eason Lu o Mike Lu?

　　No podía haber sido Eason Lu.

　　Gina Hsiao, nerviosa, sonrió, y luego preguntó:

　　—Director Gao, ¿está el director Lu en el hospital?

　　De todos modos, debería agradecérselo a Mike Lu.

　　—El director Lu está estudiando en el extranjero y creo que vuelve el mes que viene.

　　—Oh, gracias.

　　Gina, después de ponerse su ropa de trabajo, se dirigió al puesto que le asignaron.

　　—Con la gente nueva y el entorno nuevo, espero que todo vaya a mejor.

　　Gina Hsiao sonrió de modo alentador para sí misma.

　　Trabajar en el hospital siempre había sido intenso y urgente, sobre todo en el departamento de cirugía. Menos el primer día, en el que no hubo ningún trabajo real, el segundo día se comprometió oficialmente con el trabajo intenso.

　　Estaba agotada de operar a las personas que habían chocado en un accidente. Era casi de madrugada cuando salió del quirófano y cuando cogió su móvil vio todas las llamadas perdidas de Yvette.

　　Gina Hsiao se quitó la ropa esterilizada y arrastró su cuerpo cansado a una salita. Luego le envió un mensaje a Yvette y le dijo que no volvería esta noche.

　　Gina Hsiao estaba tan cansada que ni siquiera tenía fuerzas para ducharse. Cuando se acostó en la cama y cerró los ojos, se estaba quedando a dormir. Pero justo en este momento sonó el móvil. Lo cogió y tocó la pantalla con pereza, pero no era de Gina; era publicidad.

　　—Lu's Group ha entrado en Ciudad S y se ha gastado miles de millones en construir la primera empresa de entretenimiento del país para meterse en el círculo del entretenimiento.

　　¿Lu’s Group? ¿Eason Lu?

　　¿Acababa de abrir una empresa de medios de comunicación e iba a entrar en el círculo del entretenimiento?

　　Sí. Él se lo había dicho antes. Como ella quería ser cantante, él le prometió que construiría una agencia solo para ella.

　　No se esperaba que después de seis años lo fuera a hacer. Aunque ya no era por ella, probablemente debería ser por el bien de Lily Qiao.

　　Mientras pensaba en ello, la luz de sus ojos claros se atenuó lentamente. Estaba agotadísima, pero ahora ya no tenía sueño.

　　Anoche soñó con ese hombre una y otra vez. Al día siguiente, el despertador sonó varias veces antes de que se despertara. Le dolía un poco la cabeza.

　　Fue a lavarse la cara y luego volvió a su oficina. Tan pronto como regresó, las enfermeras se reunieron y la miraron con admiración.

　　—Doctora Hsiao, es usted increíble. No me esperaba que fuera tan joven. Sus habilidades médicas son sobresalientes. Hubo algunas personas que resultaron gravemente heridas en el accidente de ayer, y usted las salvó. Es impresionante.

　　—Sí, doctora Hsiao, es maravillosa.

　　Al escuchar estas palabras, el corazón de Gina Hsiao se llenó de alegría. Le estaban dando su aprobación. Aunque era agotador, también sentía que lo había logrado.

　　—Este es mi deber como médico, no hay necesidad de elogios —sonrió levemente Gina Hsiao—. Estoy demasiado cansada después de la operación de ayer. Hoy me desperté un poco tarde. Podéis ayudarme a vigilar las salas un momento mientras voy a la cafetería a desayunar.

　　—De acuerdo, date prisa y vete. La carga de trabajo de médico es tan pesada que no podemos permitirnos el lujo de saltarnos las comidas.

　　Gina Hsiao fue a la cantina a toda velocidad a comprar dos bollos al vapor y un tarro de gachas de mijo. Nada más entrar en la planta donde estaba su oficina, la enfermera le dijo:

　　—Doctora Hsiao, el director Gao la está buscando. Parecía que era algo urgente.

　　Si el director Gao la estaba buscando tan temprano, sí que era urgente. Gina Hsiao aceleró el paso y empezó a correr.

　　Pero corrió demasiado rápido. Tan pronto como dobló una esquina, se chocó con una persona.

　　—Paf.

　　El frasco cayó al suelo y la papilla de mijo se derramó por todo el cuerpo de la persona.

　　—¡Ay, lo siento, lo siento!

　　Gina Hsiao se sintió mal. El hombre llevaba una camisa blanca, que ahora estaba toda mojada. Desde ese ángulo, podía verle mitad del cuerpo; estaba mitad oculto y mitad visible.

　　El área del pecho se podía ver claramente, por lo que inconscientemente se la limpió. Pero de repente le agarró la mano y le dijo:

　　—Doctora Hsiao, no es apropiado tocar mi pecho así en público. La gente pensará que me está seduciendo.

　　Esta voz…

　　Parecía que un rayo había paralizado todo el cuerpo de Gina Hsiao. Estaba atónita, y luego levantó lentamente la cabeza.

　　¿Eason Lu? Estaba literalmente en todas partes.

　　¿Me acaba de decir que le estaba tocando el pecho y seduciéndolo?

　　Fue algo muy normal. ¿Por qué lo describió de una manera tan miserable?

　　—¿No quiere dejarme ir, doctora Hsiao?

　　Eh…

　　Gina Hsiao apartó rápidamente las manos. Tenía la cara un poco roja, y bajó la cabeza.

　　—Lo siento, tenía prisa y te manché toda la ropa.

　　Gina Hsiao todavía seguía las reglas.

　　—¿Cuánto le debo? Yo lo pagaré.

　　Él pareció sonreír con desdén después de escuchar sus palabras. Caminó a su alrededor y le dijo:

　　—No, no es necesario. Será mejor que tenga cuidado, doctora Hsiao. Si se choca con otra persona, me temo que no le será tan fácil escaquearse.

　　Se alejó sin mirar atrás. Gina Hsiao se sintió molesta por dentro. Nunca se había dado cuenta de lo molesto que era él cuando intentaba causar problemas.

　　¿Cómo pudo enamorarse de él?

　　Gina Hsiao limpió todo, se colocó bien la ropa, llamó a la puerta y entró en la oficina del director Gao.

　　—Director Gao, me dijo la enfermera que me estaba buscando.

　　—Sí —dijo el director Gao—. Quiero mandarte una cosa muy importante. Ven, siéntate.

　　Gina Hsiao se sentó frente al director Gao.

　　—¿Has oído hablar de Eason Lu, el presidente Lu?

　　Gina Hsiao, tan pronto como escuchó la pregunta del director Gao, pudo escuchar los latidos de su propio corazón, como si le fuera a salir del pecho. También le sudaba la mano, que se la había agarrado el director en ese momento.

　　¿Sabe el director Gao algo sobre su relación?

　　—Yo… he oído hablar de él —a Gina Hsiao le temblaba la voz—. ¿Hay algún problema, director Gao?

　　—El presidente Lu tuvo un grave accidente automovilístico hace seis años. Desde que el director Lu se hizo cargo de nuestro hospital hace tres años, hemos realizado el examen físico del presidente Lu en este hospital. También hay médicos especialistas que se encargan de hacérselo. Este año quiero asignarte a ti esta difícil tarea. Debes conocer la identidad del presidente Lu. También es el hermano del director Lu, por lo que debes cuidarlo más de lo normal.

　　Gina Hsiao suspiró aliviada cuando supo que el director Gao no sabía nada sobre su relación, pero cuando escuchó lo que dijo después, el corazón le empezó a latir deprisa.

　　—Director Gao, no es apropiado que yo esté a cargo de un paciente tan importante como el presidente Lu. ¿No puede hacerlo otra persona? Yo aún acabo de llegar.

　　—Acabas de llegar a nuestro hospital, pero en cuanto a habilidades médicas, no eres para nada una novata. Ayer te hiciste famosa en nuestro hospital debido a un accidente automovilístico. Si te pido que lo hagas, será totalmente competente. No intentes rechazar esto —dijo el director Gao.

　　…

　　—De acuerdo.

　　A Gina Hsiao no le quedó otra que aceptarlo. ¿Qué más podía decir?