*Harper* —Haz tus necesidades, Cocoa —insté al perrito. Habíamos salido a caminar por el vecindario y cuando regresábamos, ella seguía actuando como si tuviera que ir, así que la solté en el patio trasero, esperando que lo hiciera. De verdad necesitaba llegar a la tienda antes de que cerrara. Cocoa estaba husmeando, tomándose su tiempo. Empecé a dar golpecitos con el pie con impaciencia. Supongo que debería haber ido a la tienda antes de la caminata. Pensé en llevarla adentro y dejarla salir por la puerta para perros a su área especial de jardín, pero tenía miedo de que tuviera un accidente con toda la costosa alfombra antes de llegar tan lejos. No quería limpiar ese desastre. —Vamos, vamos —murmuré. De verdad necesitaba ponerme en marcha. Lo juro, Cocoa supo cuando estaba tratando de