Extraño.
Ya era lo suficientemente inusual que su instinto protector reaccionara tanto por Dylan, como para que además, su lobo se sintiera tan... Tranquilo y extrañamente bien, con el pequeño cuerpo en su regazo.
Sus brazos envolvían a la perfección al joven omega, su pequeño cuerpo delgado encajaba perfectamente en su regazo, y su rostro parecía estar destinado a ocultarse en la curvatura de su cuello, presionando su pequeña nariz directamente donde su esencia residía.
Había estado con una actitud peor que un saco de mierda desde que escuchó el asqueroso y horroroso plan de Vladimir, su primer instinto incluso había sido tomar al pajarito en ese preciso instante e irse a la mierda, pero no lo hizo por la estúpida misión y ahora se arrepentía un poco de ello.
Si simplemente hubiera pu
