Después de la mejor noche de mi vida, desperté en el suelo, ahí estaba Lionel, a mi lado, abrazándome con sus brazos, envueltos en una sábana, entonces no fue un sueño, fue tan real que dolió como si hubiese sido en verdad nuestra primera vez.
Intenté levantarme sin moverlo, pero él me apretó con sus brazos.
-¿Adónde vas?
-Tengo hambre Lionel.
-Yo también, tengo mucha hambre, pero no de comida.
Lo mire con una sonrisa pícara y acaricié su rostro.-Pues yo si quiero comer comida, no carne.
Él se rió y se lanzó a besarme , a comerme la boca hasta cansarse, hasta dejarme agitada, que delicioso se sentia.-Lionel ya amor , detengámonos.Tengo hambre.
-Esta bien,hiciste que se me abriera el apetito pero antes quiero un aperitivo.
-¿Aperitivo?.-No entendí que quiso decir, solo cuando tomo m
