Ariel despertó muy temprano, ni siquiera despertó a Meissa, la observó dormir, parecía ajena al dolor y a la venganza, era inocente de todo, y Ariel recordó cuántas veces escuchó que ella intentó acercarse a él, para hablar sobre su hermana Inna, pero después, solo la encerró en la cárcel, si pudiera devolver el tiempo para ir a ese instante, y cambiarlo todo lo haría, pero ni toda su fortuna pagaría eso, tampoco podría borrar los malos recuerdos y el dolor infringido, se acercó a su mano y la besó con dulzura
—Tal vez no puedo cambiar el pasado, Meissa, pero puedo mejorar el futuro, transformar un mundo hermoso para los dos —dijo con voz suave, luego salió de ahí
King lo esperaba a unas cuadras, un hombre estaba a su lado
—Escúchame bien —dijo Ariel al guardia, sujetándolo del cuello
