Yo soy su esposa.

1407 Words
Realmente debemos de tener mucho dinero tenemos muchos carros y todos se ven lujosos hay rojos, blancos, negros, dorados incluso motos, mandé a construir esa casa enorme y hay mucha familia en esa casa, cada quien tiene su habitación y aún sobran para las visitas. —¿En qué piensas?. —¿Tenemos dinero?.— le preguntó —Sí, hiciste tu fortuna muy joven y tienes varios negocios, todos tenemos dinero suficiente para vivir nuestra vida eterna. —¿Saben que morí?. —Los de la ciudad saben que moriste y aquí saben que estás enferma, pero todos los que tienen cualidades saben que moriste. —Ya veo. —Llegamos ¿estás lista?. —Estoy nerviosa. Me agarra la mano y me la aprieta, después la mira. —Te pusiste los anillos. —Estoy casada, puede que no recuerde, pero soy fiel a mis creencias. —Gracias en serio, gracias por usarlos. —Gracias a ti. Nos bajamos y seguimos caminando, de rato nos alcanza Atenea, Morningstar y Alberto. —No sabía que eras médico. —Aún no lo soy completamente, soy residente. —No creo que yo pueda ser doctora, no creo tener la paciencia. —Bromeas tú estudiabas medicina hasta adelantamos grados porque éramos buenos, aunque tú querías ser médico general o forense— me dice Atenea —Interesante, bueno ahora no pienso que pueda. Subimos al elevador segundos después nos bajamos, Alberto se despide y se va, a dónde quien sabe, yo los sigo y de repente un médico los para, veo a Atenea reírse, eso es raro. —Hola doctora Adams. —Buen día, doctor González. —Ahora sí me vas a aceptar la cita a cenar. —No, te dije que estoy casada. Me voltea a ver, ¿Acaso la está pretendiendo? Frente a mí su esposa, puede que no recuerde, pero sigo siendo su esposa, qué perro salió. —Por favor parece que su esposo no existe yo creo que se lo está inventando, he hablado con los del hospital y parece que nadie lo conoce. ¿Esposo? Ja es esposa veamos a ver qué dice, me quitó los lentes y me los pongo sobre el cabello. —Hola mucho gusto, soy Lilith Adams, su esposa. —¿Es broma?. —¿Tengo cara de payaso?— le pregunto —Ves nuestros anillos son los mismos. Le enseñó nuestras manos y dios su cara fue tan graciosa, tuve que luchar por no reírme, de Atenea y Morningstar no puedo decir nada ellos rieron a carcajadas. —Lo siento a mí no me gustan— Matu voltea a ver la entrepierna del doctor. —Vámonos se nos hace tarde para las rondas— dice Morningstar Caminamos unos cuantos metros y me suelto riendo, Matu junto conmigo. —Vieron su cara— nos dice Morningstar —Si Lilith lo mato y lo enterró con su comentario— dice Atenea —Oye tus ojos regresaron a la normalidad— me dice Matu —Dios por un momento me olvidé que me brillaban qué hubiera pasado sí… —Pero no paso— me dice Atenea —Aún no me acostumbro, pero no pude evitar hacer eso, quedaba muy bien con lo que dije. —Si sirve de algo la Lilith 2.0 hubiera hecho lo mismo. —No van a olvidar ese ¿comentario verdad?. —Para nada— me contestan riéndose —Nos vemos en una hora por mientras que preparó todo, bye hermana. —Adiós— le digo Me quedo mirando como desaparecen en el camino y después sigo a Matu a dónde parece ser es su oficina. —Gracias por lo de antes— me dice mientras se pone su bata —Por nada, después de todo soy tu esposa. —De igual forma gracias, aunque no recuerdas nada sigues ayudándome. —¿Tenía mucho insistiendo?. —Algo como tres años. —Bueno si es mucho, así que eres jefa. —Sí, soy jefa del departamento de ginecología. Me acerco a mirar su placa y le sonrió, ha logrado mucho a pesar de que perdió a la mujer que ama. —Lilith. Se acerca a mí y estamos frente a frente. —Dime. —Estaría mal si yo. Mira mis labios, dios que es esto que siento, joder sus labios. —¿Si tú qué?. —Si yo te besara. Se acerca más y no puedo evitar abrir ligeramente mis labios, mi corazón está latiendo rápidamente, nuestros labios están a punto de tocarse cuando la puerta se abre de golpe, ella se gira cubriéndome, eso fue wow. —Doctora Adams, están diciendo que… —¿Qué están diciendo Pérez?— dice molesta —Lo siento no quería interrumpir, están diciendo que su esposo es esposa. —¿Y eso qué?— le dice molesta —Pensé que su matrimonio era mentira. —No, no lo es. Salgo de atrás de ella y me acerco a quien Matu llamo Pérez. —Lilith Adams, esposa de Matu— le doy mi mano —¡Oh Dios mío! Eres real. Me da la mano y se va corriendo, me giro para verla desconcertada. —Eso fue raro. —Ella siempre lo es. —Entonces qué hace la jefa de ginecología. —Bueno tengo que dar una clase ¿Quieres venir?. —¿En serio puedo hacerlo?. —Después de todo este Hospital te pertenece. —Creo que dijiste que tenía negocios, pero no me imaginaba esto. —Pertenece al grupo Adams, tienes hoteles, fábricas de automóviles de lujo, hospitales, fábricas armas, por mencionar algunos. —Creí que eran tiendas de ropa o algo así. —También la tienes y tienes centros comerciales, anda vamos. —Vamos. Salimos y la sigo, no puedo creer que hace unos momentos estaba dispuesta a besarla ¿Qué pasa conmigo? Pero realmente ansiaba sentir sus labios. Tengo un día de conocerla y la atracción es tan tensa, bueno no tengo un día porque la conozco desde hace años así que no es un día, pero si lo es porque yo no la recuerdo, debo controlarme. —¿Es normal que te miren así?— le pregunto —No me miran a mí te miran a ti. —¿Por qué?. —Eres demasiado hermosa, captas la atención de todos, bueno eso y que saben que eres mi esposa. —Debí de vestirme mejor, perdón no traje mucha ropa. —Bromeas a mí me encanta como te ves y si ese es un problema para ti podemos comprarte ropa nueva ¿Aún te gusta el rojo?. —Si, me encanta. —Algo más que no cambió de ti ¿Te gusta el blanco?. —No, es decir si tengo unas playeras blancas, pero no es un color que me guste, tuve que usar lo que me dieron. —Eso tampoco cambió, es aquí. Entramos como a un aula de esas que parecen en las películas, grande y por niveles con mesa bancos curvos y sillas de oficina. —Esto es muy lujoso. —Se te hace, ah por cierto esto es tuyo. Me entrega una bolsa de mano. —Ábrela, está tu cartera, tu antiguo celular, algunas cosas que siempre cargas. La abro y saco una cartera, la abro, veo muchas tarjetas negras, una foto con Matu, otra con mis tres hijos y unos cuantos billetes, la regreso a la bolsa y sacó un arma, en cuanto la veo la vuelvo a meter, ¿por qué tengo armas en la bolsa?, Matu se ríe cuando ve mi acción. —No te sorprendas, regularmente cargabas con dos y cuchillos. —En serio ¿Por qué?. —Seguridad, aunque tus puños por si solos son un arma letal. —Me voy a sentar, ya están llegando. —Si, con cuidado cualquier cosa hazme una seña y paro la clase, por cierto no prendas tu celular, no a estado apagado por 7 años y va a ver muchos mensajes y notificaciones. —Ok. Voy a la primera fila y me siento, veo como se prepara para dar clases, saca unas cosas de su maletín y las pone sobre el escritorio. Es hermosa ¿qué fue por lo que me habré enamorado de ella? Serán sus ojos, sus labios, su cuerpo, su forma de ser o todo lo anterior. Me mira y me sonríe, varios se me quedan mirando, después empieza a dar la clase, se ve muy linda toda profesional compartiendo sus conocimientos, es hermosa.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD