Anna. Una vez que terminamos de hacer compras con la hermana de Hardy vamos a comer porque si que anduvimos caminando y caminando y me hizo probar millones de prendas, y todo lo que decía que me quedaba bien se lo iba a dando a Hardy así lo mantenía apartado y después pagarlo. Sonrío de alegría cuando al fin decidieron comer, Hardy se sienta a mi lado con su infaltable mano en mis muslos que ya me acostumbré, y ella al frente con su hijo mas chico que debe tener unos siete años mas o menos, Hardy se queja de que si tiene un hijo va a parecer el abuelo y su hermana que tuvo a su hijo bastante abanzada de edad, lo debe haber tenido a mi edad mas o menos. —Toma hijo. —Hardy le da una servilleta—. Límpiate la boca, tienes mayonesa. —Porque es grande y no puedo morder bien. —baja los hombro