Esa noche fue todo un caos para mí cabeza, por más que trataba de dormir, me despertaba a los 5 minutos con fuerte dolores de cabeza, busque la pastilla en mi gaveta y fui por agua. Cuando estaba buscando el agua Emilio apareció. — ¿También no puedes dormir? —le pregunté. —No, solamente escuché que alguien andaba por aquí y me vine a ver, no vaya y sean ladrones. —Estas casi activo entonces, según yo no hice ruido. —Pero si el de tu puerta ¿Que haces levantada? —Vine por agua, hay ocasiones dónde me agarra dolor de cabeza intenso, así que tomo estás pastillas —agitando el frasco de pastillas. —Esta bien, bueno al menos se que no es nadie sospechoso, ve a descansar. Emilio ya se iba, pero no sé porque mi mente necesitaba saber algo más. —Emilio espera por favor. El se detuvo donde