Como dice el dicho, no hay mal que por bien no venga, al final esto nos ha favorecido un poco más a nosotros, sucede que el padre de Angie se puso en contacto con Papá, acordaron una reunión y papá me invitó a ella. —Buenas días Sr. Benavidez, pensé que solo seríamos los dos. —Se ha equivocado, ambos sabemos que todo esto ha comenzado por un problema de su hija contra la mía y es por eso que tiene derecho a estar presente. El señor se quedó callado, levantó su maletín y pensé que se iría. —Es cierto, tiene toda la razón, esto ha sido todo un mal entendido de parte de ambas jovencitas y esperó que su hija llegué a pedirle disculpas a nuestra Angie. — ¿Disculpe? Pedirle disculpas nosotros jamás, en todo caso tenemos pruebas suficiente para que su hija terminé en la cárcel unos cuantos m