Llego el dia de viajar, papa nos facilito una camioneta, Emilio iría conduciendo, en la parte de atrás metimos la mercancía.
—Emilio en tus manos pongo la vida de mi hija y de las demás muchachas, conduce con cuidado, enfócate en lo que vas haciendo, es mejor perder un minuto de tu vida, que la vida en un minuto.
—No se preocupe señor, desde que tengo mi licencia nunca me han dado una amonestación.
Salimos de casa, rumbo a Greenville, papá había conseguido una casa amueblada por un mes, aunque solo estaremos unos días.
Emilio puso algo de música para ir un poco animado, el viaje tardaría un par de horas, no estábamos tan lejos.
Al llegar nos recibió el propietario de la casa, nos entrego las llaves y póster se retiró, no nos hizo ningún tipo de preguntas, imagino que papá debió haber
