Dudé al ver la multitud enorme frente a mí. Mis pasos se ralentizaron mientras observaba las filas de guerreros parados allí, con las manos detrás de la espalda y poses estoicas.
—La segunda regla de la lucha es identificar la debilidad de tus oponentes. No importa cuán buen luchador sea tu oponente, recuerda que todos tienen una debilidad.
Jason estaba parado en el centro, dirigiéndose a los guerreros, y yo tragué saliva, sintiéndome fuera de lugar. Todos, incluso las chicas, estaban tan tonificados... usando sujetadores deportivos y pantalones ajustados... mientras que mi ropa estaba tan holgada... unos pantalones de chándal gastados con agujeros y una sudadera grande, ocultando mi delgado cuerpo y los moratones debajo.
—Necesitas atacar ahí-
Sus palabras se detuvieron al notar mi pr
