— ¡Thora! ¡Ven aquí!
Ajusté las cortinas que sostenía en mis manos sobre mi hombro, para mirar hacia atrás a Sally.
—Sí, señora. ¡Ya voy!
Moviendo hacia ella, la veo ofreciéndome un ramo de flores. Las sostengo con gran dificultad.
Mirándola, esperando su siguiente orden.
—Sepáralas en ramos de 3 y colócalas a una distancia igual... en el soporte de allá arriba.
Asentí, mirando hacia el soporte. Era una entrada en forma de arco por la cual la pareja entraría. Tenía que ser decorada con diferentes colores de flores y hojas.
Suspirando, simplemente asentí.
Había mucho trabajo por hacer, ya que el baile era mañana. A nadie le importaba si mi herida aún estaba sanando, me asignaron deberes y, créeme... eran una larga lista de ellos.
— ¿En qué estás pensando, chica? ¡Apúrate! ¡No tenem
