¿Quién había lastimado a Isaac? Esa era una pregunta constante que rondaba en su cabeza sin descanso, acosándolo sin importar si estaba comiendo, hablando, trabajando o bañándose, la incertidumbre lo estaba matando. ¿Por qué Isaac no le había querido decir nada tampoco? ¿Por qué no lo había vuelto a ver después de que atendieran a María? Había estado esperando ansiosamente el turno de Henry para poder hablar con él e interrogarlo al respecto, pero quien los había ido a buscar fue Miles y no hubo rastro de Isaac en ninguna parte en el interior de la casa, como si se hubiese esfumado. No le hacía muy feliz el hecho de que le estuviera evitando, no cuando deseaba saber quién era el que lo estaba molestando. Su lobo gruñía descontento en su mente, inquieto y con ganas de vengarse de quien