Santiago llevó a Elon Hart y a su hija a una casa cercana a la mansión donde él vivía.
Mientras tanto, el resto de la familia fueron a la mansión de Santiago.
—¡No voy a casarme obligada, madre! ¿Cómo puedes hacerme esto?
—¡No lo sabía! —exclamó Perla
—Hermana, calma, por favor.
Perla se liberó del toque de su hermano.
—¡No me hables! Ninguna vez me defendiste, claro, como tú compraste a una esposa quieres lo mismo para mí…
—¡No me hables así! —exclamó rabioso
—¿Acaso miento? ¿No fuiste tú quien compró a Lisa? ¿Quieres el mismo infierno para mí?
Emiliano bajó la mirada.
—Lisa y yo nos vamos a divorciar —dijo Emiliano con voz amarga.
Lisa, que recién bajaba de la planta alta, al llevar al niño a dormir, se quedó perpleja al escuchar a Emiliano Beckman decir esas palabras, en su
