Capitulo 23

889 Words
Unas semanas después, dos para ser exactos, llegaron las vacaciones de carnaval. Mientras para algunos era momento de descansar, para nosotros era una semana en la que nos pasaríamos el tiempo encerrados limpiando por un castigo que ni era gusto, solo castigar a una parte, era demasiado cruel. Mire por la ventana mientras los alumnos normales se subían a sus coches para irse con sus padres, a largos viajes y diversión asegurada mientras que nosotros nos quedaríamos siendo torturados, era sábado a la mañana, aún nos quedaban nueve días de castigo y ya quería ponerme a llorar. —No te canses—me pidió Isabella y la mire—Nadie vendrá a salvarnos—aviso y la mire. —Lo sé, pero eso de limpiar es la cosa más aburrida del mundo—me queje. —No lo harás sola, estará Matt con sus bromas y todos riendo y pasandonoslo bien—me intento tranquilizar pero es que estaba tan enfadada con tener que limpiar que dudo que algo me animara, ni aunque pareciera un payaso para hacerme reir. Cuando todos nuestros compañeros se fueron, fuimos a desayunar al comedor, no estaba demasiado segura de ir, me quería quedar en la habitación pero Isabella no me dejó. —¿Listos para limpiar?—nos preguntó la profesora Iris acercándose a nuestra mesa. Suspiré, terminamos de desayunar con bastante calma y seguimos a Iris a l sótano. La puerta estaba en la parte de atrás del comedor, cerca de la salida al gran patio, era una puerta doble que estaba atascada y siempre pensé que era un armario sin más pero no, era unas puertas que daban a unas escaleras, y esta al fin a un gran sótano, casi tan grande como el internado. Era un enorme pasillo, que tenía demasiadas puertas, todo estaba oscuro y bastante sucio. —Mucha suerte—comentó Iris dejándonos ahí. —Bueno, las que entendéis de reformas sois Lisa y Paula, organizarnos—propuse. —Bien, creo que debemos repartirnos tareas—comentó Lisa y de una bolsa que llevaba sacó una linterna—Matt e Isabella, ir abriendo las puertas—les pidió dándoles la linterna— J.T. y Luis que sabeís de tecnología, intentar que vayan las luces—. —Eso está hecho—comentó Luis que demasiado emocionado por su tarea. —Aiden y Cristina, ir por algún aparato de música para que animemos este sitio tan triste—nos pidió Paula y los dos asentimos. —Y los demás, vamos a buscar cosas de limpieza—propuso Lisa. Cada uno se fue por su lado, Aiden y yo salimos del sótano para ir a buscar algo para escuchar música. —Tengo un altavoz en la habitación, vamos—propuso haciendo que caminaramos al edificio de chicos. Llegamos al edificio de chicos en silencio, no era de estar mucho callada pero con Aiden siempre me solía pasar lo mismo, teníamos silencios que no me agobiaban, eran tranquilos y divertidos. Entramos a la habitación de Matt y Aiden, y estaba claro de quién era para parte, una zona estaba con la cama sin hacer, con ropa por el suelo mientras que la otra estaba demasiado ordenada. —Como se nota que vives con Matt—comente riendo. —Es un desastre pero es buen chico—me dijo, mientras sacaba un altavoz y lo miraba—Esta sin bateria—comento y lo puso a cargar pero no se quedó quieto, de debajo de la cama sacó un radiocasete y una caja con CDs. —¿Ya os lleváis bien?—le pregunté y me miró para después seguir comprobando que tenía todo para hacer funcionar el aparato. —Desde la pelea ha mejorado la cosa—me dejó claro, agarró la caja para que los dos saliéramos de la habitación. —Me alegro, era un rollo que todos nos llevaramos bien y vosotros siempre mosqueados—me queje. Aiden rió. —Si, pero también era divertido—comentó. No niego la diversión de algunas de sus discusiones pero si resultaban niños pequeños cuando no paraban de molestarse por cualquier cosa, creo que no empezaron con buen pie cuando Matt insinuó que era el novio de Isabella, pero ahora, que habían pasado más tiempo juntos, en parte forzados por Isabella y yo que no nos separabamos, empezaron a hablar y darse cuenta que tenían más cosas en común de lo que pensaban. —¿Quieres ir a por un refresco antes de empezar?—me preguntó tras unos segundos en silencio. —Buena idea, haz que empiecen sin nosotros, verás lo que nos lían—me queje sabiendo que si tardabamos mucho más de lo esperado, más de uno se enfadaría. —Vale, solo era para poder hablar un rato más—aclaró algo molesto. —Podemos hablar mientras limpiamos—le avise. Aiden negó. —Con todos en medio y molestando no es lo mismo, me refería a solos—aclaró para después acelerar el paso y dejarme atrás, estaba bastante impresionada porque quisiera hablar a solas, no sabía de qué íbamos a tener que hablar, desde que nuestros grupos se unieron creo que solo he estado a solas con Aiden tres veces, siempre era raro pero me gustaba, pero siempre teníamos algo de qué hablar, a diferencia de hoy.
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