Capitulo 20

1377 Words
El primer fin de semana que nos tuvimos que quedar en el instituto, todos los padres vinieron a ver a diferentes personas de nuestro grupo de amigos y se los llevaron, seguramente para hablar en persona de la pelea. Quedé con Matt para ir a dar un paseo, y en el campo de fútbol vi a Isabella tomando el sol mientras hablaba con Aiden. —Pensé que se iban—comente y nos acercamos a ellos. —Deberíamos enviar flores—comentó Isabella y su primo negó. —¿No os ibais?—les pregunté sentándome a su lado. Matt se sentó apoyándose en un árbol quedando algo en la sombra. —Les han invitado a un evento de última hora—explicó Aiden y les mire divertida—Es algo de los años de reinado, pero en general nuestro abuela no nos quiere ahí para no tener preguntas sobre nuestra pelea—. —¿Y no es más raro que no estéis?—preguntó Matt. Los dos primos le miraron. —Les van a decir que tenemos una demostración—explicó Isabella, su primo le dio un leve golpe en la pierna para que se callara, haciendo que quisiera saber todo sobre ello. —¿Demostración de que?—pregunte. —De baile—respondió Isabella tranquila. —¿Bailas?—preguntó Matt. La cara de Aiden era un poema y miró a su primas demasiado molesto. —Voy a matarte Isabella—le amenazó Aiden. Isabella que estaba tumbada en el suelo, se sentó en el suelo y nos miró. —Bailamos, competimos de forma nacional desde muy pequeños, y creo que somos bastante buenos, aunque está mal que yo lo diga—explicó Isabella mientras su primo se estaba volviendo loco porque no parara de contar cosas—Si tuviera mi móvil os enseñaría videos pero no es lo importante, sabemos todo tipo de bailes—contó. —Isabella, callate ya—le suplico su primo y la chica le miro—No es necesario que lo sepan todo—. —Es divertido—comente—Amaré veros bailar—comente. —Hace mucho que no bailamos—habló Isabella y se quedó unos segundos bailando—Deberíamos volver a bailar—. —No vamos a bailar—aviso Aiden. —¿Cómo empezaste a bailar si pareces que odias eso?—pregunte a Aiden que me miro. —Isabella suplicó que fuera su pareja de baile, como solo nos llevamos unas semanas podíamos competir en las mismas competiciones y no tendríamos problemas por la edad—explicó Aiden y le mire tierna porque lo hiciera, todo por su prima. —Pues por esa misma razón, por mi deberíamos volver a bailar—propuso Isabella. Aiden se tiró al suelo frustrado porque su prima no se callará, creo que le daba algo de vergüenza esa parte de su vida, no creo que fuera algo malo, me parecía demasiado tierno que bailara con su prima, porque ella lo pidiera, para hacerla feliz. —Dejemos el tema—suplico Aiden y se sentó en la h****a a mirarnos—¿Porque vuestros padres no han venido a veros?—pregunto y le mire. —Están ocupados—comunique. Los dos primos se miraron pero no hicieron, dejaron la situación, no nos hicieron preguntas que no queríamos responder. —¿Y qué vamos hacer los fines de semanas?—preguntó Isabella. —Conocernos—comente—¿Cuándo es tu cumpleaños?—le pregunté y ella me miró. —El 23 de junio—respondió tranquila. —Eres cáncer—dije divertida. —No me jodas que ahora crees en eso de los signos—se quejó Matt. —No creo pero dicen que los cáncer son los más buenos y le pega—explique—Mi cumpleaño es el 25 de julio—le conté y ella sonrió. —Aiden cumple el 31 de mayo—me contó Isabella y mire a Aiden. —Te pega ser de primavera—le dije e Isabella me miró—Me recuerda a la primavera, es serio pero delicado—explique. Isabella rió. —Por si alguien le interesa soy del 28 de marzo—comentó Matt y le mire. —Que bien, podremos celebrar tu cumpleaños en clase—le dijo Isabella. —No me lo recuerdes—se quejó Matt. —¿Cuál es vuestro color favorito?—preguntó Isabella. La mire. —Rojo—respondió Matt tranquilo—Y estoy bastante seguro que el tuyo es el amarillo—le dijo a Isabella, y no es que fuera algo raro, toda su ropa era amarilla, quitando el uniforme del colegio y tenía fotos de girasoles por todas partes. —Lo es—respondió ella riendo. —Azul—dije tras pensar por un tiempo. Isabella me miró. —Como el de Aiden, dice que le recuerda al cielo—me contó Isabella ilusionada y sonriendo ampliamente. —Isabella, puedo hablar—se quejó Aiden y su prima le lanzó un beso—Hagamos preguntas serias, ¿Cual es vuestra película favorita?—. —¿Eso es serio?—preguntó Isabella. —Una persona con buen gusto en películas es importante—se paró a aclarar Aiden—Y si hay dudas, Forrest Gump de mi parte—. —Concuerdo—comentó Matt y se puso a pensar—El club de los cinco—. Mire a mi amigo porque era una película que no le pegaba para nada, le pegaba una película violenta o más emocionante. —Dirty dancing—deje claro. Todos miramos a Isabella. —Prefiero los libros—avisó ella—Pero la película que siempre puedo ver es El club de los poetas muertos—aviso. Reí. —Está claro que el cine de este pueblo nos hace mal con las películas viejas—dije riendo. —Necesito saber una cosa seria— pregunto Matt y todos le miramos preocupados—Si pudierais ser un animal, cualquiera ¿Cuál seriais y por que?—. Reí por su pregunta. —Un conejo—dijo Isabella sin dudarlo—Me gustaría saltar por todas partes, y son tan monos—. La mire con ternura. —Y bastante atacables—le comentó Matt. Isabella le miró. —A ver listo, di el tuyo—le reto. —Un tiburón—dejó claro Matt—Un animal que todos temen—. —Odio el mar—le dijo Isabella, Matt la miró impresionado ya que mi amigo amaba el mar más que nada en este mundo—Pero es una buena elección—dejó claro ella. —¿Odias el mar?—le pregunté sorprendida. —En realidad le tiene miedo—comentó Aiden y su prima sin dudarlo le golpeó—Ahora te aguantas, tu cuentas mi secreto pues yo, el tuyo—le dijo e Isabella se cruzó de brazos como niña pequeña, demasiado adorable—Nunca le han enseñado a nadar—añadió. —Mi madre dice que el mar no es para señoritas—aviso ella. —Y está claro que la opinión de tu madre, no es nada valida—concluyó Matt, le mire sorprendida por ese comentario—Yo te enseño a nadar—le propuso Matt a Isabella. —No creo que desde aquí lo consigas—le aviso Isabella. —Lo haremos en el mar—le dijó él y todos le miramos—Yo me encargo de que podamos salir—concluyó Matt levantándose y sin decir nada más, se fue de donde estábamos de lo más tranquilo, Isabella me miró sin entender nada, sin saber que iba ha hacer mi amigo pero no puedo negar que cuando una idea va a la mente de Matt, nadie se la puede quitar. —Si quieres no lo hagas—le dije a Isabella que me miró. —No es que me importe, estaría bien saber nadar—explico y la mire—No se porque le hace tanta ilusión—explicó. Reí. —Matt es así, vive la vida como si no hubiera más días—explique. Isabella asintió, no muy convencida pero aceptando la loca idea de Matt.
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